Durante este proceso de la Asamblea Eclesial que se realiza en México, seguimos recibiendo reflexión y actualización del camino realizado. Éste es “un momento que va en la dirección de la sinodalidad de la Iglesia, que el Papa Francisco está llamando a toda la Iglesia como camino para el Sínodo de 2023”, señaló el cardenal Scherer. El arzobispo de São Paulo destacó la importancia de la escucha en el proceso, para que se pueda hablar de la realidad y de la misión de la Iglesia en todo el continente. Todo ello en un camino abierto, en la expectativa de ver por “donde el Espíritu de Dios nos conduce”.
Es una asamblea que “nos pone en una situación de apertura, de salida, de esperanza, de aventura, llamando a dejarse llevar por el Espíritu para escuchar todo lo que las comunidades de América Latina y el Caribe han aportado, pero también para escuchar esas realidades crucificadas de nuestro mundo. También lo ve como una oportunidad para retomar nuestro compromiso bautismal profundamente y traer una palabra de esperanza”, señala la nota de prensa sobre la intervención del Cardenal Scherer.
Todos somos Iglesia, enfatizó la Hna. María Dolores Palencia, quien ve necesario una misión que se lleve a cabo conforme a las nuevas situaciones y las nuevas realidades, hoy marcadas por la pandemia. La religiosa, “llamaba a hacer vida lo que va a ser vivido durante la Asamblea y a que todos participen del proceso, insistiendo una vez más en la importancia de la escucha. También destacaba la necesidad de no llevar ideas preconcebidas, de una conversión para entrar en lo desconocido. Junto con ello dialogar con lo diferente y con los diferentes, con la diversidad, aceptar que somos complementarios y que, aunque diferentes podemos caminar juntos”, señala la redacción oficial de prensa.
Por su parte, el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, resumió el proceso que llevó a la Iglesia continental a optar por la realización de una asamblea eclesial que acogiera la invitación del Papa de buscar nuevos caminos, “tomando como punto de referencia la experiencia del Sínodo Especial para la Amazonía y el dinamismo que le aportó la participación de las comunidades y los pueblos originarios. El CELAM comprometido con esta iniciativa ha liderado la realización de la Asamblea Eclesial que a través del proceso de escucha ha generado una mirada contemplativa y compasiva de la realidad que ha de asumirse desde la misericordia”, señala la nota de prensa.
Así, se ha logrado avanzar hacia el diálogo con la esperanza de discernir en unidad, viviendo la realidad más allá de las justificaciones o calificaciones; pero sobre todo teniendo claro que la Asamblea no puede ser una reunión de intelectuales o de la especie de aristocracia religiosa, por el contrario, debe acogerlos a todos en la misma proporción. La invitación del cardenal es a dejarse motivar por la llamada del Papa Francisco a trabajar con valentía y coraje, para reconectar las cinco conferencias generales del episcopado y la exigencia de hacer una verdadera pedagogía de la sinodalidad, que se entienda como un estilo de vida que aún parece desconocida y molesta para quienes prefieren mantener las estructuras actuales o una luz de esperanza cuando se sueña con una Iglesia de puertas abiertas.
Finalmente, el cardenal Scherer afirmó que “el Papa Francisco nos pide que retomemos el Documento de Aparecida, porque contiene una riqueza muy grande, que tal vez no haya sido asumida lo suficiente, y ese documento todavía tiene mucho que ofrecer para la Iglesia en nuestro continente, y continua muy actual”. Y continuó señalando que es necesario estar atento a “las nuevas cuestiones eclesiales, sociales, humanitarias, económicas, políticas, culturales, que desafían la misión de la Iglesia…, ante ellas: la Iglesia es llamada a decir su palabra de discernimiento, de anuncio de la Buena Noticia, de luz del Evangelio, de sal”.