Biolley zona de esperanza

La jornada de este tercer día en la Visita Pastoral a la Parroquia de Potrero Grande, inició con un pequeño encuentro en la Escuela Central, donde se tuvo un diálogo con la directora de este centro educativo que alberga a una población de 225 estudiantes y que es atendida por cuatro docentes. Seguidamente, se visitó el Liceo del Carmen de Biolley, ahí también se tuvo un diálogo con el director, Sr. Henry Alvarado, quien le comentó al obispo la realidad de la institución que cuenta con alrededor de 200 alumnos.

Entre los muchos temas abordados por el obispo, hizo un llamado a los jóvenes a dar un uso razonable de la tecnología y los medios de comunicación, porque muchas veces estos aportes de la técnica “han acercado a los que estaban lejos, pero han alejado a los que estaban cerca… haciéndonos incapaces de estar con el otro, perdiendo la capacidad de relacionarnos y perdiendo el valor de la amistad”, situación que no podemos permitir. En otro punto, instó a “estudiar para la vida y no para el examen, porque debemos usar la cabeza para saber cómo vivir y para ello es necesario pensar”, puntualizó; así mismo, hizo un llamado a vivir con humildad, recordando que las buenas notas y las habilidades en un campo no deben llevar a pensar que no necesitamos de los demás, porque cada quien es inteligente en su campo y con firmeza recordó “que inteligente también es el campesino que sabe de las estaciones y que conoce el campo”.

Pidió además a los estudiantes cuidar de nuestra lengua española y mejorar cada día en la ortografía y redacción, “hoy da vergüenza que los estudiantes no sean capaces de redactar”. A nivel espiritual; hizo un llamado a conocer bien a Dios, “ser cristiano no significa saber muchas cosas, sino vivir como Jesús nos enseñó, y eso se sintetiza en ámense los unos a los otros como yo los he amado; propongámonos vivir seriamente el amor y el respeto a los demás, no mintamos, no engañemos, no robemos, no juzguemos, no murmuremos, no hagamos mal, no critiquemos… y tratemos de ser personas que tienen absoluto respeto a las demás personas porque son creados a imagen y semejanza de Dios”. Y agregó, “respetemos, quien practique el bulling es un primitivo” (en el sentido de tener poca cultura); el bulling se vence sólo “aprendiendo a respetar profundamente a cada ser humano que tiene los mismos derechos y la misma dignidad que yo, mientras pensemos que soy superior a alguien o que puedo humillar a alguien, estaremos mal”.

Posteriormente, en un encuentro con organizaciones del sector, entre ellas: la Asociación de Desarrollo de Altamira-San Isidro, Las Hijas del Sol que son artesanas que producen a partir de elementos del bosque, ASOMOA que lucha por el reciclaje, el cuido del planeta y los proyectos de invernaderos y biogestores, el Comité Agrícola Cantonal cuya misión es estimular la producción del sector y otras organizaciones, presentaron al obispo cada uno desde su realidad la visión que tuvieron como habitantes de la zona, al organizarse tomando conciencia de las riquezas naturales y culturales que poseían y desde ahí buscar respuesta a la crisis promocionándose con actividades sostenibles, arte, tradiciones, turismo y otros.

Luego de conocer todos los proyectos, monseñor recordó que el camino es la unidad, la promoción de la persona y la confianza en Dios; les dijo: “yo espero que todo eso de alguna forma tenga que ver con la construcción del reino de Dios… recuerden que este pueblo se puede levantar económicamente y puede producir todo lo que quiera… pero si no buscamos la conversión del corazón y el cambio de las actitudes y buscamos a Dios, cualquier esfuerzo será vano”, razón por la cual “les invitó a crear un sentido de comunidad, porque la meta es un mejoramiento integral y un crecimiento que lleve a ser un mejor pueblo, un pueblo más maduro, más humilde, más unido, más generoso y misericordioso”.

No obstante, alabó al pueblo por tanta iniciativa y creatividad, señaló que lo recibe como una gran esperanza, al punto que afirmó sentirse realmente asombrado porque en medio de tanto lamento que escucha en los pueblos, en esta zona ha encontrado soluciones y salidas; sin embargo, en un clima jovial, señaló la enseñanza del dicho “a Dios rogando y con el mazo dando”, recordando que es necesario no olvidar la necesidad de la oración, “porque sin ella por más esfuerzos se terminaría en nada”.

Al cerrar la actividad del día, tuvo un encuentro con los Agentes de Evangelización del Sector del Carmen, a quienes les habló sobre el Plan y la importancia del Consejo de Evangelización, ya que sólo así podrá desarrollarse el trabajo parroquial en cuanto a la tarea evangelizadora, señaló que “con este organismo se analizarán los desafíos y se establecerán las líneas de acción que iluminarán la toma de decisiones, que corresponde al párroco”.

Durante la Misa Vespertina en Honor a San Pedro y San Pablo, celebrada en El Carmen, recordó que estos “eran dos grandes apóstoles pero muy diferentes, Pedro pescador y humilde, Pablo intelectual y fuerte”. Pero ambos nos enseñan el seguimiento radical a Jesús, “Pablo que no había experimentado el amor de Dios en Jesucristo llega incluso a regalarnos el canto al amor y nos dice que el “amor pasa por el sufrimiento, porque sólo quien sabe esperar amando podrá cambiar al otro por amor”; con Pedro aprendemos que “lo realmente importante para los cristianos es vivir y practicar el amor…, Pedro no se atreve a pronunciar la palabra amor y tan sólo dice querer porque es a donde llegamos…, amar es algo muy serio y Pedro nos enseñó a amar al Señor con la prueba de dar la vida”. Y ambos, nos dicen cómo debemos evangelizar.

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