Católicos que digan no a la injusticia

En el cierre de la Visita Pastoral de Mons. Montero a la Parroquia de Pejibaye, se tuvo un encuentro con las comunidades del Camino Neocatecumenal en Concepción de Pilas, ahí con ellos se tuvo el rezo solemne de Laudes y con alegría se dio espacio al desayuno entre música y gozo de los presentes; posteriormente, se celebró la Santa Misa con un templo abarrotado de feligreses. Durante la homilía, el obispo recordó que la Iglesia tiene toda una Doctrina Social y los cristianos tenemos que entender que el aspecto social está íntimamente unido a nuestra fe, por tanto “no puedo ser cristiano si no cumplo lo que dice el Señor”, señaló.

Denunció como existen personas “que para acallar su conciencia ofrecen dineros a la iglesia, al tiempo que no pagan el salario justo a los trabajadores; a Dios no se gana señores, eso es dinero de sangre”, afirmó. En la actualización de la Palabra que ha de iluminar nuestra realidad, recordó “cómo los grandes comercios y las grandes cadenas comerciales son los que están cargando este gran pegado de la injusticia al tomar a los productores con hambre y pagarles sus productos a míseros precios”.

Llamó a que los católicos “seamos administradores fieles”, al paso que recalcó que “es necesario la conversión de aquellos que se han hecho ricos con el dinero injusto y robado, por eso es necesario la oración para que todos nos convirtamos y podamos compartir con todos”.

De regreso al centro parroquial, se vivió toda una fiesta con la institución de diez nuevos ministros extraordinarios para la distribución de la Eucaristía; este grupo celebró con gozo el envío por parte del obispo para tal ministerio, luego de una formación a conciencia que recibieron durante algunos meses y que estuvo a cargo de la Hna. Teresita Flores.

Durante la homilía, el obispo recordó que “todos los cristianos tenemos la obligación de oponernos a todas las injusticias; no se puede permitir que alguien se haga rico con el hambre y la sangre de otros…, que el dinero sea limpio y no a costa del sudor de los trabajadores y del hambre de los hijos”. Al comentar sobre toda la injustica que hoy vivimos en el mundo, dijo “muchas veces se ven fincas con animales muy gordos pero los hijos del peón están muriendo de hambre; esto clama al cielo. No se puede considerar cristiano si se lucra con los demás, y el Señor nos pedirá cuentas de esto cuando nos llame”, precisó.

Finalmente, hizo un llamado a la oración, como único camino cristiano; la oración por los legisladores y por quienes tienen autoridad para que mejoren los sistemas de comercios y las leyes sean justas, es nuestra tarea”.

Luego de un encuentro fraterno en el Convento de las Hermanas Inmaculatinas, donde el quipo sacerdotal y las religiosas degustaron de un almuerzo y se acrecentó la comunión; se visitó a don Oldemar y Marielos, un matrimonio de la comunidad, en donde como señaló el obispo “ahí se está ganando el cielo”, cuando con amor especial su esposa le cuida ya por más de dos décadas, debido a su estado paralítico a causa de un accidente de tránsito.

Para clausurar la Visita Pastoral, se tuvo la celebración eucarística en la comunidad de El Águila, durante la homilía, el obispo insistió cómo el profeta Amós le habla a los creyentes con dureza, por la injusticia cometida, lamentablemente hoy “se sigue jugando con la desesperación de la gente y esto es una injusticia y ante eso Dios no calla, pero también nosotros tenemos que ser profetas, porque no se justifica que un cristiano se aproveche de un pobre, de un débil, de un necesitado”. Terminó señalando que “Dios no puede escuchar la oración del que le hace daño al pobre, pero que valioso las oraciones de un pueblo que pida a Dios por los legisladores y los ricos para que se conviertan y puedan salvarse”. Terminada la misa, agentes de El Águila, Santa Fe y Zapote compartieron con el obispo un poco de historia, sus esfuerzos por la evangelización y sus preocupaciones.

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