Luego del comunicado que el obispo de San Isidro Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña emitiera el pasado martes 9 de octubre, donde alzó la voz por los que no tienen voz y pidió un diálogo auténtico en donde participen responsablemente todos los sectores para la búsqueda de soluciones justas y auténticas, el clero de esta diócesis sureña realizó la mañana de este jueves 11 una peregrinación multitudinaria.
Al ser las 9:00 am la peregrinación partió hacia el atrio de la Catedral, ubicada en el centro de la ciudad de San Isidro de El General; bajo un fuerte sol y animados por cantos, alrededor de cuatro mil personas hicieron un llamado pacífico a las autoridades del país para que se construya un diálogo que propicie una reforma justa, que promueva la vida digna de todos, de manera especial de los más desposeídos.
Al llegar al destino final, el presbiterio de San Isidro firmó un documento de apoyo incondicional al obispo, acción que también secundaron la Alianza de Pastores Evangélicos, quienes no sólo peregrinaron, sino que también participaron del acto de oración por el bien del país.
Durante su alocución, Mons. Montero, señaló: “esta peregrinación… queremos hacerla para pedir al Señor que nos muestre el camino que nos permita solucionar de forma inteligente y pacífica la crisis fiscal que vive nuestro país, queremos sentirnos unidos por el compromiso común de alzar la voz en nombre de todos los que no tienen voz y en nombre de aquellos mismos que teniéndola no han sido escuchados”.
El prelado generaleño, fue claro en afirmar, que sobre “los más necesitados, los más pobres y más débiles de nuestra sociedad, recaerá sin duda el peso más fuerte del nuevo Plan Fiscal, ellos no han tenido la oportunidad de manifestarse, ellos no estaban propiamente organizados, muchos de ellos apenas viven con un mínimo de dinero cada día y no podían unirse oficialmente a una huelga, menos por dos o más semanas, esto incluye también a personas muy respetables y muy preparadas que también han levantado su voz para hacer ver algunas deficiencias del Plan Fiscal y sus voces tampoco han sido debidamente escuchadas hasta ahora”.
Por eso, “vivamos esta peregrinación de fe como una fiesta fraterna de quienes quieren poner en manos de Dios este asunto que nos afecta y que están dispuestos a luchar por la justicia y por la paz”, concluyó.