Durante la segunda jornada de Visita Pastoral en la Parroquia de Palmares, Mons. Montero visitó la Escuela Hernán Rodríguez, ahí con el Salmo 23 compartió un momento de oración con la población estudiantil. Posteriormente visitó el Colegio Fernando Volio Jiménez en donde compartió un momento para conocer la realidad de esta institución, ahí pidió a los jóvenes que tomaran en serio su religión, haciendo un llamado “a practicar lo que dice la Palabra de Dios” y valorar el sentido de la familia y el hogar; durante el encuentro se le agradeció al obispo su cercanía y catalogaron este acercamiento como un momento de bendición donde se pudo experimentar la presencia de Dios.
Por la tarde en la visita a la comunidad de Navajuelar donde celebró la Eucaristía y compartió con los agentes, estos le indicaron las dificultades pastorales que se viven diariamente, sus preocupaciones sociales como el desempleo, la deserción educativa y la pobreza; ante esta realidad, se comenta cómo el reto del cristiano hoy será hacerle frente a las situaciones difíciles desde la fe.
La jornada de este día terminó con la celebración de la Hora Santa en el centro parroquial, en ella, y con el Evangelio, recordó a “María como aquella dichosa que ha creído y dicho sí al Señor”, esto la ha hecho la buenaventura y ella nos enseña a responderle a Dios pues también somos llamados a creer, y “al igual que María no vemos más que las apariencia de una hostia, que no son más que las apariencias de pan, sin embargo por la fe creemos que está ahí presente el mismo Dios en la persona de su Hijo Jesucristo”. Por eso, “quién mejor, nos puede ayudar a tener esa mirada de fe y a tener esta actitud contemplativa y adorable, sino la Virgen María que es la contemplativa por excelencia.” Finalizó elevando una plegaria donde señaló que “ella nos enseñe a mirar a su Hijo como ella lo miró y contempló”.