Para el pueblo cotobruseño, este año quedará grabado por siempre en el corazón, sus valientes romeros, al medio día de este 1° de agosto han llegado a los pies de la Negrita de los Ángeles, cumpliendo con este caminar por trigésima ocasión.
El pasado domingo 24 de julio iniciaron un caminar evangelizador conformado por 9 etapas; la travesía no ha sido fácil, la misma topografía se ha convertido en un reto a superar, el descenso desde la colonia italiana en San Vito hasta los calurosos territorios del sector de Potrero Grande y Paso Real ha sido su primera prueba a enfrentar, aunque la capa asfáltica se tornaba un poco más llana, el calor producto del sol en el sector de los piñales y Buenos Aires quería en muchas ocasiones apagar las intenciones de los peregrinos, al arribar a Pérez Zeledón tenían que conservar fuerzas para enfrentar el ascenso del Cerro de la Muerte con sus 3452 msnm que debían ser superados por los romeros, en ocasiones el frío quería anular su calor corporal hasta el grado de la hipotermia, pero nunca pudo con el calor espiritual que les mantenía firmes, así enfrentaron el descenso hasta llegar a Cartago donde miraron coronados los esfuerzos y fueron abrazados por el manto maternal de la Virgen.
Durante su camino, en reiteradas ocasiones dejaron claro que 246 km no se hacen por valentía sino por fe, manifestación de ello fue su misma travesía donde la gran fortaleza la daba el santo rosario, alimento espiritual para los pasos, y la Eucaristía que era sin duda el momento más importante de cada jornada.
Esta familia romera fue creciendo con el paso de los años y de los días; María Ester Elizondo recordó que hace 30 años en la primera edición de esta travesía fueron 33 romeros que llegaron hasta Cartago en un camino sin comodidades ni seguridades sino abandonados completamente a lo desconocido pero sobre todo a la confianza en la Madre; esa semilla germinó y creció, y tres décadas después partieron de San Vito 260 peregrinos, que llegaron a ser 315 a su paso por Pérez Zeledón y hoy entre romeros y familiares fueron 374 corazones que latían al ritmo de un “si se pudo”.
Al llegar a la Basílica de la Reina de los Ángeles, el paso de la imagen de Nuestra Señora finalizada la Eucaristía de la “Vestición” significó un saludo cercano a estos valientes romeros del Sur Alto de nuestro país; cercanos ya a su ingreso al interior del Santuario el sol nos regaló un detalle más que confirmaba precisamente el regalo de Dios, un aro cual arcoíris alrededor del sol (fenómeno visual explicable) era para los creyentes también un signo más de esas bendiciones espirituales que recibimos si pedimos con fe a Dios.
Ya en el interior de la Casa de la Madre, de rodillas y apoyados en sus propios hermanos romeros, aquellos que marcaron el paso de los últimos metros por su mayor fragilidad, lección que también deja la Romería de Coto Brus, en donde la vida es precisamente comprender el caminar y la fragilidad de nuestros semejantes, se veía concluido esta travesía hasta los pies de la Negrita que los esperaba muy cerca en el altar mayor.
No podría terminar esta nota, sin recordar que Radio Sinaí ha acompañado cada paso de la romería de manera presencial, gracias a la entrega de todo un equipo de compañeros que han aportado desde sus diversas funciones el mejor y más actualizado material; aunque el desgaste por obtener la mejor fotografía, el mejor video en vivo, los audios más impactantes, la nota más descriptiva, y las transmisiones más actualizadas… ha sido de todos, mención especial merece nuestra compañera Laura Ceciliano quien hizo la romería y vivió estos “Pasos de Fe” ofreciéndonos a todos la oportunidad de vivir con los romeros sus sentimientos y su testimonio…