Esta tarde la comunidad parroquial de San Juan Pablo II en Palmar Norte recibió a su nuevo párroco, el Padre Ernesto Bonilla Céspedes; esta celebración, contó con la presencia de laicos de esta comunidad parroquial, las religiosas Bethlemitas que habitan en Palmar Sur y del Padre Gerardo Aguilar Mora quien fue nombrado como vicario parroquial.
Durante la homilía, el Pbro. Luis Fernando Diaz Betancur ST, Vicario Foráneo de la Vicaría San Francisco y delegado del Obispo para la entrega de esta parroquia, animó a los presentes recordando que en la Iglesia somos servidores, «no somos dueños de nada […] quien quiera ser el más grande, sea el más grande servidor de todos. La Iglesia tiene necesidad de todos, como un cuerpo tiene necesidad de todos sus miembros», puntualizó.
«Cuanta necesidad hay de comprometernos con las vocaciones en la Iglesia, a la vida sacerdotal, a la vida consagrada, a la vida matrimonial, etc., sentir ese llamado a una espiritualidad vocacional, que vivamos la mística de la respuesta vocacional y que percibamos y experimentemos que somos llamados por Dios e interpelados por esta llamado; necesitamos discernir, comprender a qué nos llama el Señor y cómo debemos responder», acotó el Padre Diaz.
A la luz de la Palabra de este IV Domingo del Tiempo Ordinario, el Vicario Foráneo de San Francisco, comentó que «un porcentaje importante de los hombres de nuestro tiempo están convencidos de que el secreto de la realización humana está en los factores humanos (preparación intelectual, éxito profesional, reconocimiento social, bienestar económico, poder político, etc.); pero Pablo advierte que el hombre sólo encuentra su plena realización cuando descubre a Cristo crucificado y aprende de Él el amor total y el don de la vida».
Dirigiéndose al Padre Ernesto, el Padre Diaz, dijo: «el sacerdote es ordenado para servir dondequiera que Dios lo llame y lo envíe en misión. Padre Ernesto, tú no estás solo, son muchos los laicos que están dispuestos a caminar en esta nueva misión, que bendición también poder contar con la presencia y asistencia del Padre Gerardo como Vicario Parroquial en esta comunidad».
Por eso, «la primera función del párroco es el anuncio de la Palabra de Dios, servir con generosidad la mesa de la Palabra de Dios, no sólo en la liturgia sino en la catequesis y la formación, proclamando la Palabra del Verbo Encarnado con su vida, pero también con las justas enseñanzas al pueblo que le ha sido encomendado».
«Lleve a tus feligreses a Dios, su redención, su verdadera luz, su verdadera vida. Para que la vida sea una bendición, es decir, una hermosa aventura, Dios necesita encontrar un espacio para caminar conmigo y contigo. Dejemos que Dios camine con nosotros, vivamos esta bienaventuranza, una hermosa aventura de ser de Dios, de acogerlo en nuestra vida aún en los momentos más difíciles. Él es nuestra compañía, siempre quiere estar a nuestro lado», dijo el Padre Luis Fernando a su cohermano y nuevo párroco de Palmar Norte.
En entrevista a Radio Sinaí 103.9 FM, el Padre Ernesto dijo: «estoy muy agradecido con Dios porque en su infinita misericordia me ha elegido para servir en esta parroquia que lleva el nombre de uno de los grandes santos de mi devoción, San Juan Pablo II. Me sentí muy feliz al encontrarme con una gente muy acogedora, y pido la ayuda a Dios para que pueda llevar adelante la misión que Él me ha encomendado».