Día Diocesano de la Juventud

Este domingo 22 de julio en el Gimnasio del Liceo la Asunción en Pérez Zeledón, se celebró el Día Diocesano de la Juventud con la participación de más de quinientos jóvenes venidos de distintas parroquias. Esta actividad estuvo a cargo de la Comisión Diocesana de Pastoral Juvenil, órgano que está liderado por el Pbro. Johnny Alexánder Leiva Gamboa como delegado episcopal.

Durante la homilía, en la Eucaristía que presidió Mons. Montero, dirigió un sentido mensaje a los jóvenes a la luz de la Palabra de este domingo, señaló: «el pastor es aquel que es líder y juega un papel de responsabilidad frente a los demás, es aquel de quién se espera que por su liderazgo conduzca a los demás por buenos caminos, que los conduzca para hacerles el bien, los conduzca para reunirlos y no para dispersarlos».

«Ustedes ven que todos estamos metidos, todos somos pastores, ninguno puede decir yo no soy pastor, todos nosotros tenemos alguna responsabilidad con respecto a los demás, decir que no somos pastores sería una hipocresía; todos nos debemos, los unos a los otros», afirmó el prelado. «Todos hemos recibido del Señor una misión, una responsabilidad, más cuando hemos sido bautizados, más cuando hemos sido confirmados, más cuando eres un joven que pertenece a la pastoral juvenil», afirmó con vehemencia Mons. Montero.

También durante su homilía, el obispo dirigió una palabra para reflexionar en los efectos negativos que tienen para el rebaño las acciones de los malos pastores, al respecto indicó: «cuánto mal puede causar un mal pastor a un país entero, a una iglesia entera… ; si vamos a nivel familiar, ¿no es cierto que a veces los padres de familia resultan ser malos pastores? ¿no es cierto que a veces un padre de familia o una madre, con buena o mala intención le da malos consejos a sus hijos, y eso a veces resulta culpable de que ese hijo se eche a perder por todo el resto de su vida?»  Por eso,» es muy importante que si somos pastores, aprendamos a serlo…porque el pastor debe estar dispuesto a sufrir y morir por sus ovejas, quién no esté dispuesto a sufrir por ellas, que no se meta de pastor», recordó el fraile y obispo.

Al pensar en la situación difícil que vive Nicaragua, Mons. Montero indicó: «la oración que hoy América Latina hace por Nicaragua, posiblemente sea providencial para unir los pueblos que han estado peleando, dos pueblos que se acusan uno al otro durante mucho tiempo, en Costa Rica estamos llenos de prejuicios, llenos de prejuicios en contra de los nicaragüenses… nunca Jesucristo ha querido que despreciamos a nadie, ahora los costarricenses estamos aprendiendo a convivir, a dar hospitalidad y estamos aprendiendo a orar por ellos, algo del Buen Pastor parece que se nos está pegando…; tenemos que seguir orando para que haya paz en Nicaragua, y no solamente ahí, sino en el mundo entero, orar para que hayan buenos pastores en el gobierno, en la Iglesia y en todas partes, porque en todas partes son necesarios pastores con el corazón de Cristo».

Así, Mons. Montero quiso hacer despertar a los jóvenes en su misión, al tiempo que los alentó a sentirse interpelados por la Palabra, «ustedes también pueden dar un mal ejemplo a sus compañeritos y compañeritas, algunos dicen no es problema ir a consumir marihuana, no hay problema en tener sexo, no hay problema en consumir unos cuantos traguitos, eso no es problema…; también nosotros podemos ser malos líderes y por eso se ha perdido toda su vida, y le hemos hecho así un daño terrible para toda su vida y en buena parte tenemos nosotros culpa», afirmó con vehemencia el pastor diocesano.

Entonces, el modelo es Jesús y ésta es nuestra gran esperanza , las lecturas «presentan al Señor como el Buen Pastor, como aquél que efectivamente cuida su pueblo, como aquél que acompaña, como aquél que se preocupa del pueblo, aquél que lo cuida y le da de comer, aquél que siempre está con nosotros aún en los momentos más duros de la vida y de los caminos más oscuros; el Señor no se aparta de mí, no es un pastor que se echa atrás y que nos deja a los lobos, es un pastor que sale por delante, que da la cara y que está listo para defender a las ovejas aún con su propia vida», afirmó Mons. Montero

Por us parte, el Pbro. Johnny Alexánder Leiva afirmó que «este encuentro es para que los jóvenes puedan saber y reconocer que la Pastoral Juvenil no es sólo su pastoral parroquial sino que se motiven al ver más jóvenes que también están trabajando y luchando junto con ellos… Queremos que los jóvenes se motiven y sepan que la Iglesia los acompaña, que la Iglesia está con ellos; la idea de un evento como este es que se sientan apoyados y que con su testimonio arrastren a otros jóvenes que quieran servirle a Cristo desde la Iglesia».

El seminarista Justin, quien participó de la actividad, nos comentó que disfrutó bastante y ve la reacción de los jóvenes, «lo que me ha gustado más es saltar y brincar en medio de los jóvenes, arrimarme a ellos y ver que disfrutan bastante; siento que la juventud así es como quiere reflejar a Cristo con alegría y ahí también me veo reflejado con ellos», señaló.

Finalmente, les contamos que durante esta actividad se dio oportunidad para conocer distintos carismas; al respecto, Fray William Gamboa de los Franciscanos de Cristo Obrero, nos dijo que en este campo siempre hay una buena respuesta de los jóvenes, «hay interés vocacional, a veces uno ignora estas cosas, pero los jóvenes se acercan, tienen interés, en algunos hay necesidad y buscan información para reafirmar más su posible vocación».

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