El pasado domingo 19 de abril, al ser las 9:30 am, Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña, presidió la Eucaristía en la iglesia Catedral de San Isidro, donde confirió el Ministerio del Acolitado al joven Jorge Sánchez Arrieta, seminarista de nuestra Diócesis, oriundo de la comunidad parroquial de San Joaquín de Flores, Heredia.
Durante la homilía, Mons. Montero recordó con la Palabra de Dios que, «la comunión, la escucha de la Palabra y la vida de fe en la Iglesia Doméstica, marca lo que debemos ser los cristianos de ayer y de hoy; así, las casas eran verdaderos templos de celebración, es en la Iglesia Doméstica donde se vive la fe, porque no son los templos materiales sino que el templo principal somos nosotros, somos templos del Espíritu Santo, y la comunidad que ha recibido del Resucitado su santo Espíritu», aludió haciendo un claro llamado a vivir la fe en estos tiempos de pandemia desde los hogares, sin desesperarnos.
Y agregó, «valoren la Iglesia Doméstica, vivan de tal manera en su propia casa que sean dignos del nombre de cristianos, pues somos continuadores de la obra de Cristo Resucitado». Esta tarea, precisó el obispo, puede asustarnos, y es ahí donde debemos descubrir el amor de Dios, «en medio del temor de los apóstoles, tenían miedo no sólo porque los maten sino por que les reclamen su fragilidad, pero Jesús sólo les ofrece la paz, ofrece el perdón total, la paz total, ese es el mayor don de la Misericordia», acotó el prelado.
Y refiriéndose a Jorge, el obispo dirigió un sentido mensaje a la luz del mismo Evangelio: «a ese grupo frágil lo envía a llevar el mensaje a todo el mundo, y les dice que dichosos los que crean sin haber visto; Jorge, ahí tiene lo que ha de ser su deseo, su anhelo y su esperanza, que es la la comunidad de creyentes; para servir a esa comunidad, para llevarles a Jesucristo, para ayudarles a lograr la meta que es la santidad, allí debe estar el corazón de Jorge», puntualizó Mons. Montero.
«Dios se ha dignado llamarnos» , agregó el obispo, «Jorge está entrando poco a poco en lo que será el próximo paso, que ya será el ministerio ordenado. En la Palabra, tienes Jorge, un programa de vida interesante», finalizó el obispo.
Por su parte, el seminarista Jorge, quien hace unos años optó por esta Diócesis, señaló a Radio Sinaí 103.9 FM que «enmarca precisamente el hecho de haber podido celebrar la Eucaristía en medio de un distanciamiento social, hecho que incluso puso distancia este día con mi familia y amigos, teniendo que unirse a la transmisión vía Facebook, pero en medio de esta ausencia del Pueblo Santo de Dios físicamente, hizo palpable su presencia espiritual. El sentimiento como lo señalaba monseñor, al concluir la Eucaristía, nos permite darnos cuenta de ‘que la Iglesia permanece viva’, en los hogares, en los corazones de cada uno, y la misericordia de Dios traspasa cualquier frontera. Y yo hoy puedo decir, ante este don inmerecido del Ministerio del Acolitado, que esta misericordia me ha alcanzado, y eso me llena de esperanza ante un mundo de la cultura del descarte y de la indiferencia».