Este sábado 21 de enero, al ser las 10:00 am, se celebró en la Catedral de San Isidro la admisión a la candidatura de las ordenes sagradas del seminarista Donald Leiva Guerrero, vecino de la comunidad Quebradas, quien desde hace 5 años ha iniciado su proceso de discernimiento vocacional, y actualmente se encuentra en el Seminario Nacional en San José.
Este sencillo, pero importante rito, marca el inicio de una serie de celebraciones que irán llegando conforme Leiva continúe en su proceso de formación; durante la celebración, Mons. Juan Miguel Castro Rojas Obispo de San Isidro, precisó: “Donald, de una forma libre ante la Iglesia, proclama su deseo de continuar en esta formación, amando a la Iglesia y comprometiéndose a servir de la mejor manera”. Y agregó: “en la Iglesia no se obliga, sino que de una forma libre se admite y se acoge, y Donald hoy libre quiere seguir este camino, por eso hoy oramos para que el Señor lo siga acompañando”, precisó el prelado.
Con las lecturas, Mons. Castro, dijo: “a pesar de la desilusión humana, a pesar de que humanamente no había nada, dice Pedro: ‘en tu nombre, por tu Palabra echaré las redes’. Hermanos, cuando llega la desilusión, cuando llega la oscuridad en la vida, cuando llega las no respuestas a los acontecimientos de la vida, ahí es donde debemos escuchar la voz del Señor y abandonarnos completamente ante su presencia, lanzarnos ante Él y decir en tu nombre lanzaré las redes, en tu nombre haré todo en la vida, ante ti me abandonó confiando absolutamente en que todo saldrá bien”.
“El señor es esa gran luz, y la respuesta nuestra siempre debe de ser: aquí estoy, envíame. Donald, hoy te invito para que te abandones en las manos del Señor, ante su presencia no hay duda que siempre vamos a reconocer nuestras infidelidades y nuestras limitaciones, pero Dios es amor, Dios es misericordia, Él te dará siempre las gracias necesarias para que le puedas responder a Él de la mejor manera, que siempre su respuesta sea aquí estoy como lo hizo Isaías, aquí estoy como lo hicieron los discípulos y, la respuesta siempre de Jesús es: desde ahora serás pescador de hombres, el Señor quiere para usted Donald se haga pescador de hombres, que trabaje por Reino de Dios […] No tengas miedo, el Señor le dará las gracias necesarias para esa misión, Él estará siempre a su lado y será su alimento, será su vida”, recordó Mons. Juan Miguel.
Finalmente, el seminarista Donald dirigió unas palabras a los presentes, “agradecerles a todos ustedes: sacerdotes, compañeros, seminaristas, monaguillos y muchas personas que veo aquí, que han sacado la mañanita para venir a acompañar y que a lo largo de estos ya cinco años de proceso me los he ido encontrando como compañeros de viaje; agradecerles por los momentos, y seguir pidiendo la oración de cada uno de ustedes […] Conversando con un sacerdote, decía que muchas veces no sabemos ni nos damos cuenta, de las personas y de la cantidad de personas que han orado por nuestra vocación, no nos queda más que agradecerles a ustedes y a tantas personas que tal vez no están aquí, y seguir pidiendo la oración humildemente, estamos aquí para servir y servir con humildad”, indicó.