Diócesis de San Isidro ora por Nicaragua

Este martes 17 de julio, la Diócesis de San Isidro, al Sur de Costa Rica, quiso unirse en oración pidiendo por la paz en Nicaragua, y por deseo del señor obispo Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña, se convocó a la vigilia al ser las siete de la noche.

Gran cantidad de laicos y varios sacerdotes de la Diócesis, se hicieron presentes en el templo parroquial de Lourdes, atendiendo al llamado; así, se elevó una plegaria en comunidad por el hermano país, y a través de los cantos, de la escucha de la Palabra de Dios y de la confiada plegaria elevada por distintos miembros de la comunidad cristiana de nuestra Diócesis, se rindió tributo y con fe se imploró la misericordia de Dios.

Esta jornada de oración inició con una plegaria al Espíritu Santo, pidiendo que nos guiara en la vigilia y asistiera siempre a la Iglesia, de manera especial a la nicaragüense en los momentos de dolor que atraviesa; seguidamente, se proclamó el texto de las Bienaventuranzas, que posteriormente se meditó gracias a una reflexión especial, con las enseñanzas del obispo diocesano.

El padre Fray Marlon Villalta Orozco, hijo de la tierra nicaragüense, elevó una sentida plegaria por los obispos y los sacerdotes compatriotas, pidiendo el auxilio de Dios para que continúen con su labor profética; momento que aprovechó para agradecer por el testimonio de cercanía, valentía y amor, que han dado al mundo con su compromiso heroico.

Seguidamente, Laura Picado, quien es enfermera, elevó una plegaria por todos aquellos funcionarios y profesionales en la salud, para que sepan disponer de la ciencia y sus cualidades, muchas veces sacrificando sus propias familias o su tiempo y hasta su propia libertad al servicio de los necesitados, que sirvan siempre a la vida y se entreguen en favor de los hermanos heridos.

El matrimonio compuesto por Yolanda Atencio y Dimas Barquero, feligreses de la parroquia de Catedral, elevaron una sentida plegaria por todos los padres y madres de familia que sufren hoy la pérdida de un ser querido, que sufren hoy ante las heridas de sus hijos, que sufren hoy la desaparición de sus seres queridos y que sufren ante la lucha que fragua sus retoños en  busca de la justicia, la libertad y la paz.

Posteriormente, Laura Ceciliano elevó una plegaria por todos los jóvenes, dirigiendo su oración de manera especial por aquellos que han entregado la vida a Dios en su lucha por construir esa paz próspera para Nicaragua. Finalmente, elevó una plegaria por todos aquellos responsables del asesinato de tantos y tantos hermanos y hermanas, pidiendo con vehemencia a Dios por su conversión.

Se concluyó esta jornada con una manifestación de alegría por medio del canto, expresando así la libertad que viene de Dios y la fe como don extraordinario de nuestros hermanos nicaragüenses. Así, más de dos centenares de personas presentes en el templo, más quienes seguían la transmisión a través de los medios de comunicación social, exultaron de gozo por medio del canto y dieron una ofrenda de palmas a Jesucristo, el eterno fiel al pueblo nicaragüense.

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