Drama humanitario no termina en Canoas

Ante la acción realizada el día de ayer de desmantelar el Campo Ferial en Paso Canoas, muchos migrantes arribaron en las últimas horas y mientras migración levanta la información de estas personas, mujeres y niños sufren las inclemencias del imperante calor y sol, que les mina las pocas fuerzas que ya traen debido al desgaste propio de la travesía.

Con este panorama, durante el día las autoridades informaron que para la noche se habría trasladado a todos los migrantes y que el campo estaría con los candados puestos, ya que los interesados deben dirigirse a las oficinas de migración, como informamos el día de ayer y luego del protocolo establecido ser trasladados a los refugios de Golfito y Buenos Aires.

Pero lo cierto del caso, es que al caer la noche de este martes 5 de julio, unas 56 personas se encuentran ubicadas en el antiguo Ministerio de Salud de Paso Canoas y la situación cada minuto se pone más delicada por la afluencia de migrantes que están entrando al sector fronterizo; razón por la cual, aunque el campo ferial fue cerrado, ahora las autoridades piden que se levanten unas carpas ahí para poder alojar a las personas con familias que se encuentra llegando al lugar. Los funcionarios de migración durante todo el día trabajaron en el levantamiento de las huellas e información preliminar, pero el tiempo es su mayor enemigo, razón por la cual la crisis se hace notar con mayor fuerza. A lo anterior, se debe sumar la presencia de más migrantes en la zona, que aún no están registrados en este grupo antes descrito.

Por esta razón, se ha pedido nuevamente la intervención de la Cruz Roja, Fuerza Pública y personeros de Migración para levantar dos carpas, lugar para que estas personas puedan pasar la noche e intentar conciliar el sueño a pesar de lo adverso de las condiciones. La situación crítica que se está presentando obliga a reabrir el Campo Ferial, mientras se busca un lugar más “digno” para albergar estas familias, pero aún no se tiene nada claro el panorama.

Durante esta jornada, la Iglesia recibió el permiso para preparar los alimentos para la población infantil y femenina que se encuentra en la zona, entre estas mujeres, algunas embarazadas; nos comenta el Pbro. Fray Alberto que “aunque en algún momento se pensó que este servicio no se daría más por la clausura del Campo Ferial, la nueva situación que se presentó ha hecho retomar esta ayuda humanitaria, atendiendo la población más vulnerable como lo son los niños y las mujeres embarazadas”.

Pero lo crítico del panorama, empeora al conocer que el albergue ubicado en Buenos Aires rebasó su capacidad, lugar que se había acondicionado para la familias y niños; por otro lado, el campo de Km 20 se intenta acondicionar contra el tiempo, para que albergue este alto número de migrantes, mientras tanto la tensión crece y la respuesta de la Iglesia no puede hacerse esperar.

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