Fiesta del perdón viven agentes de la Vicaría San Pío

(San Isidro de El General, 18 de Junio del 2016) En una calurosa jornada, no sólo por la temperatura propia de Pérez Zeledón sino por la fe que proclaman y celebran los agentes de evangelización de la Vicaría San Pío, se desarrolló este sábado 18 de junio el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.

Al ser las 8:00 am en el Gimnasio del Colegio La Asunción, se dieron cita las diez parroquias que integran esta vicaría, mientras los cantos alegres ayudaban al ánimo de los fervorosos agentes, cerca de diez sacerdotes administraban el Sacramento de la Reconciliación con gran alegría y esperanza.

Muy pronto, el Pbro. Pedro Obando recordó en su exposición que el cruzar la Puerta Santa en el contexto del Jubileo no es un mero acto sin más, y con gran gozo invitó a encontrarle el verdadero sentido, señalando las enseñanzas recibidas en Roma, desde donde fue enviado como misionero de la misericordia: “al cruzar la Puerta Santa, debemos hacerlo con la conciencia clara de la trascendencia del Cielo, un día pasaremos de esta tierra a la vida eterna”, afirmó.

No podíamos dejar de lado el lema de este Año Jubilar, y es que este tipo de celebraciones debe llevarnos a configurarnos con Jesús y aprender a ser “Misericordiosos como el Padre”, de lo contrario, nada tendrá sentido ni realización plena.

Posteriormente se organizó una peregrinación, donde cerca de mil personas manifestaron la fe entre cantos y aclamaciones; las calles de San Isidro se inundaron de agentes llenos de júbilo que sin importar el abrazador sol imperante, firmes hicieron su marcha recordando nuestra condición de peregrinos acá en la tierra con la mirada puesta fija en Dios; así, guiados por el pastor diocesano y acompañados de los sacerdotes, los laicos avanzaron dichosos de saberse Iglesia peregrina, redimida del Señor.

Al llegar a la Catedral, la Puerta Santa recibió a los peregrinos, el primero en atravesarla el mismo obispo particular y luego cada uno de los agentes… quienes eran primero recibidos por la bendición del Padre Obando y luego el saludo de Mons. Montero.

Durante la Eucaristía, Mons. Montero en su homilía recordó a los agentes que “es necesario tener un Plan Parroquial de Evangelización, pues éste es una manera inteligente, organizada y sistemática de cómo construir el Reino de Dios, esa es su finalidad”. Donde el Reino de Dios “es vivir aquellos cuatro pilares: la verdad, la justicia, la paz y el amor; las cuales se resumen en la misericordia. Razón por la cual, puntualizó el obispo, “no es algo indefinido o abstracto, es hacer vida las obras de misericordia”.

Comentó que en Costa Rica sólo el 20% de los católicos están comprometidos, por eso la misión es grande, porque el amor de Dios es para todos y de ahí se desprende el gran compromiso de cada uno de nosotros de salir a evangelizar; a esa gran porcentaje que se llama católico pero no es practicante señaló con firmeza: “hay que decidirse… o se quitan el nombre de católicos o se deciden y se comprometen a vivir el Evangelio”, puntualizó; esto nos debe llevar a un compromiso “que en nuestro pueblo no haya mentiras, que en nuestro pueblo no hay injusticias, que en nuestro pueblo no haya violencia intrafamiliar…, que nuestro pueblo se vaya limpiando para Gloria de Dios y para la construcción de su Reino”.

En este sentido, al finalizar la Eucaristía, el Pbro. Froilán Hernández, Vicario Episcopal de Catequesis y Formación, hizo un llamado al compromiso de formarse en la fe y recordó que la peregrinación, las oraciones y todas las condiciones que prescribe la Iglesia para obtener la indulgencia plenaria “no son simples requisitos, sino signos que verifican la disponibilidad de cada persona para recibir la misericordia de Dios”.

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