Finaliza Visita Pastoral a San Isidro y clausura Año Jubilar

        La Visita Pastoral que Mons. Montero realizó a la Parroquia San Isidro Labrador llegó a su término con las actividades que desarrolló durante este fin de semana; la mañana del sábado 19 de noviembre la dedicó para visitar algunas comunidades del Sector Jardín, el cual se ubica en el Cerro de la Muerte, fue así como viajó hasta las comunidades de Macho Mora, Jaular y El Jardín en donde presidió la Eucaristía y compartió el almuerzo.

        En esta oportunidad, los agentes compartieron con el obispo diocesano su realidad de luchas y sacrificios, y recibieron de su pastor una motivación a permanecer firmes en la fe y en el servicio a la Iglesia, es por eso, que les recordó la responsabilidad que tienen en el campo de la evangelización.

        Por la tarde visitó el Mercado Municipal, ahí compartió con los propietarios de los locales comerciales, a quienes invitó y motivó a seguir adelante a pesar de las realidades tan difíciles por las que puedan estar pasando a causa de la situación económica que se vive; al tiempo que manifestó alegría por la fe que se nota en ellos al pedir la bendición sobre sus locales comerciales.

        Al ser las 3:00pm se reunió con las Comunidades del Camino Neo-catecumenal, ahí se contó con la participación de unas cuatrocientas personas a quienes impulsó y motivó a seguir a Cristo como único Rey; con ellos presidió la Eucaristía en la Casa Sinaí.

        Finalmente, este domingo 20 de noviembre, inició la última jornada de la Visita Pastoral reuniéndose con la Renovación Carismática Católica, durante este encuentro los responsables de este grupo apostólico presentaron el proceso formativo que llevan a cabo y su organización interna, manifestando que trabajan en sintonía con la acción evangelizadora de la parroquia; monseñor les pide tres cosas: primero, que se mantengan unidos al plan de la Diócesis y de la parroquia, segundo que mantengan el mismo espíritu de oración, y tercero que sean un ministerio de oración que es fundamental en la vida del cristiano.

        Al hablar de la oración, Mons. Montero pide tener cuidado con las oraciones que se puedan estar llevando en casas de habitación, pues aunque es algo bueno se requiere tener el cuidado de discernir, y de acuerdo con los estatutos del movimiento se reflexione si es conveniente o no realizarlas.

        Luego visitó la comunidad de El Roble, ahí presidió la Eucaristía al ser las 11:00 am, animó a los pobladores a seguir adelante con su proyecto de construcción del templo, pero pidió no sólo quedarse en una estructura física,  sino que crezcan en su dimensión espiritual  y su vida de fe; les recordó además en esta “Solemnidad de Cristo Rey, nos hace ver que Cristo es el único y verdadero Rey en  que se debe poner toda la vida y el ser como cristianos; un reinado muy distinto a los poderes que se hacen llamar superiores en este mundo”, precisó. Luego celebró la misa en la comunidad de La Bambú donde 9 niños realizaron la Primera Comunión.

        La Visita Pastoral terminó con una solemne celebración a las 6:00 pm en la Catedral de San Isidro a la que participó gran cantidad de fieles; con esta celebración se daba por clausurado el Año Santo Jubilar para esta diócesis, durante la homilía Mons. Montero dijo: “¿Cómo podríamos recapitular lo que ha significado este Año de la Misericordia? No se me ocurre nada sino compararlo, y Dios no lo quiera, a una gran inundación, una de esas que están sufriendo nuestros hermanos del sur, o de esas grandes inundaciones que a veces se oyen en varias partes del mundo. Hemos sido inundados, pero inundados de los ríos de la Misericordia, hemos sido inundados pero de la Gracia de Dios”.

        Ante esta gracia que hemos recibido, Mons. Montero quiso terminar su homilía con sentimientos de gratitud, por eso con gran sentimiento dijo: “Cómo decirles hoy, cómo, cómo hacemos para decir gracias, gracias Señor por este año extraordinario. Yo creo que en primer lugar a Dios, claro, y en segundo lugar al Papa Francisco que fue quien declaró este Año de la Misericordia, cómo no estar profundamente agradecidos a él que haya hecho posible en todo el mundo este año tan abundante y tan extraordinario. Continuemos agradeciéndolo una y mil veces, hoy y siempre. Así sea.”

         

         

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