La Diócesis de San Isidro, según informó la oficina de Pastoral Social en la persona del Sr. Ólger Flores Morales, Delegado Episcopal para la Pastoral Social, ha venido realizando en medio de este tiempo de pandemia, una serie de acciones con el fin de mantener viva la acción evangélica de atención a los más necesitados.
Según relató Flores Morales a un equipo de Radio Sinaí 103.9 FM, ”esta acción es propia de la misión que realiza permanentemente la Iglesia». Por tanto, hace un llamado a que comprendamos cómo la Iglesia está siempre en un constante y silencioso servicio, donde más bien el contexto del Covid-19, ha afectado el poder desarrollar una serie de acciones que permitían la captación de más recursos y donaciones para hacer frente al volumen de ayudas que se requieren.
Sin embargo, y tras un estudio que realizó la Diócesis de San Isidro en este aspecto, se constató que en el período comprendido de marzo a mayo del 2020, entre las 26 parroquias que conforman esta Iglesia Particular, se han logrado gestionar por medio de las comisiones parroquiales y las pequeñas experiencias de pastoral, la no despreciable suma de ₡45.164.291,00 en ayudas. ”De los cuales, más de treinta y seis millones corresponden a donaciones en alimentos”, precisó el delegado episcopal en su respectivo informe.
Así mismo, el Pbro. Elí Quirós López en calidad de Ecónomo Diocesano, indicó que la Curia, por medio del Consejo de Asuntos Económicos y atendiendo le deseo de Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña, creó dos nuevos fondos para ayudar en algunas necesidades puntuales que pueden estar pasando sacerdotes, parroquias y otras instituciones particulares. El primero de estos fondos recibió el nombre de Fondo Covid-19 y el otro lleva por nombre Fondo Bolsa para los Pobres.
Con este informe realizado, la oficina de Pastoral Social quiere agradecer a todos los que sintiéndose Iglesia, han hecho posible con su aporte llevar un poco de alivio a tantas familias necesitadas, al tiempo que hace un llamado a no claudicar en los esfuerzos para continuar fortaleciendo esta misión, que nos hace ver el rostro de Cristo en quién más sufre.