No se sabe sin son 300 o 500 africanos que están indocumentados y que viven un momento de incertidumbre en la frontera sur de nuestro país, sin poder seguir su camino a Estados Unidos y sin poder regresar por donde vinieron.
Lo que se sabe es que tienen hambre, sed, necesidad de abrigo, de techo… Por eso el Padre Fray Andrés Antonio Ortiz Martínez, Franciscano de Cristo Obrero y párroco en Agua Buena, salió junto con sus fieles a darles auxilio.
“Estamos poniendo en práctica el Evangelio”, dice con la convicción que tiene de ser sacerdote, sí, pero ante todo de ser cristiano.
Ellos están en la frontera del lado tico. Todo empezó el pasado viernes 15 de abril. Como comenta el Padre, los africanos van camino a Estados Unidos, pero al estar sin documentos, las autoridades de nuestro país los detuvieron con la intención de regresarlos a Panamá, y este país no permitió el acceso.
Mientras el gobierno busca una solución, que va en la vía de acondicionar dos sitios que sirvan para atender por un lado, niños y mujeres, y por el otro, hombres, el Padre afirma que es necesario hacer obras de misericordia.
“Estas personas necesitan comida, y gracias a la buena voluntad de las personas, desde el domingo comenzamos a llevarles comida. Es lo que dice Cristo, ‘tuve hambre y me diste de comer’, ‘tuve sed y me diste de beber’”, destacó. Pero, las necesidades son más: los africanos piden agua, protector solar, papel higiénico, toallas sanitarias, pañales, cremas para la piel…
Los días pasan y ya van 800 raciones de comida que la Parroquia de Agua Buena (Medalla Milagrosa) ha llevado a los africanos. La distancia de la Parroquia con la zona en que se encuentran es de 45 minutos, pasando por Fila de Cal y Ciudad Neily. Por cierto que esta parroquia también está colaborando, a través de las Hermanas Religiosas de Cristo Rey y del Pbro. Alberto Barrios, por medio de otras ayudas de los fieles.
Recordemos que de parte de la iglesia diocesana hay disposición para cooperar con terrenos, en caso de que se necesitare dar a préstamo para la atención de estas personas.
Como comenta Fray Andrés, estas personas huyen de la guerra, huyen de situaciones de pobreza, quieren un futuro mejor, no desean regresar de donde vinieron…
Consultado Monseñor Fray Gabriel Enrique Montero, él conoce la situación y además lo han comentado en el Consejo Presbiteral que tuvieron el pasado martes 19 de abril.
Ahí se habló de las facilidades que puede otorgar la Diócesis para alojar a los africanos. Se trata de ayuda humanitaria, “estamos en el Año de la Misericordia”, recuerda el Obispo, como también lo expresa el Padre Fray Andrés.
“Por ahora esperamos, hay necesidad de conocer las acciones que tome el gobierno, pues lamentablemente es una situación delicada la que viven estas personas (la falta de documentos)”, destacó el prelado.
Por su parte, externó, como Iglesia, y como Pastor de esta porción de rebaño: “hacemos un llamado a la conciencia, a nivel nacional, pero lo hacemos a los cristianos y a todo hombre y mujer de buena voluntad para que estemos dispuestos a ayudar”.
Como Iglesia el Obispo está abierto a dar apoyo, a acompañar con la oración y a ayudar con víveres. Como Iglesia, es un acto que toca a todos.
“Llamo ciertamente a todos los cristianos de la Diócesis con el corazón abierto, para ayudar a esos hermanos que están en nuestro territorio. Es un deber cristiano el que tenemos de ayudar”, afirmó.
Para la otra semana, Monseñor Fray Gabriel inicia una nueva ronda de Visitas Pastorales, esta vez en la Vicaría de San Francisco y que comprende buena parte del sector más cercano a lo que viven los africanos.
Por ello, el Obispo dijo que durante su recorrido espera palpar más de cerca la situación.