II Feria Vocacional

Del pasado 2 al 4 de noviembre se realizó en el Centro Vocacional Casa Santa María la II Feria Vocacional, convirtiéndose en un momento oportuno no sólo para dar a conocer este centro sino para proponer distintos carismas y tomar conciencia de nuestro llamado y por ende de la respuesta que hemos de dar.

Nos comenta el Padre Joaquín Calderón Vargas Rector del Centro y Promotor Vocacional de la Diócesis, que la Casa Santa María «se ha constituido últimamente gracias al impulso que le ha dado Monseñor Gabriel en un auténtico centro, es el lugar donde se van preparando las personas a vivir sus distintas vocaciones, y aunque la prioridad es siempre jóvenes que se preparan al sacerdocio, se ha ampliado a los que se preparan al diaconado permanente, también es el lugar de formación para la tercera orden franciscana seglar, es decir, laicos que viven la espiritualidad franciscana, y recientemente,  se están dando los primeros pasos con la vocación de las vírgenes consagradas, mujeres mayores de 25 años que desean consagrar su vida y su virginidad a Dios conservando siempre su labor y su vida habitual», precisó.

Al dar a conocer la Casa, esta II Feria Vocacional ha servido también para dar a conocer los distintos carismas de las comunidades religiosas, entre ellas, se contó con la presencia de las Misioneras Combonianas, de las Religiosas Oblatas al Divino Amor, de las Terciarias Capuchinas, de las Clarisa (religiosas de clausura) y de los Agustinos Recoletos.

Según comentó el sacerdote encargado, la Feria contó también con la presencia de los laicos en experiencias como la Pastoral Familiar y los Cenáculos Familiares del Rosario, campos donde se ejerce desde la misma vivencia familiar  un modo de evangelización y fortalecimiento por medio de la oración. Por eso, los jóvenes de las Obras Misionales Pontificias también se hicieron presentes, recordando así la responsabilidad que tenemos todos como misioneros, al tiempo que mostraron la alegría de seguir a Cristo.

Si la vida es servicio, también en la Feria hubo espacio para reflexionar la profesión como vocación, recordando que «si esa profesión se ejerce con alegría y con amor, y se comprende como don, también será de gran provecho para todos y posibilidad de respuesta a Dios», indicó uno de los visitantes.

Así, durante la II Feria Vocacional se tuvo actividades como el taller para la fabricación de jabones, el curso de globoflexia impartido por una ‘payasita’ quien con su talento transmitió a todos alegría, y la jornada de donación de cabello para pelucas que llevarán un poco de esperanza y realización a pacientes que por sus tratamientos lo han perdido.

El día sábado se contó por la presencia de Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña en la apertura de la Vigilia, momento que se desarrolló con una jornada de Adoración Eucarística y la celebración de la Eucaristía.

Finalmente, el Padre Calderón manifestó su gratitud por lo alcanzado, «estamos contentos porque la gente ha participado, no sólo quienes viven acá en los alrededores de Lourdes, sino hemos visto gente de Rivas, de San Gerardo, de San Isidro, Pejibaye, Platanillo, de San Ramón… ; esto nos alegra porque tenemos un gran alcance y me da mucha alegría», indicó.

«Por eso, invitamos a cada quien, para que desde su profesión, desde su vocación se de cuenta que la vida es bonita, cuando se siente y cuando se entrega, cuando se está para ayudar a los demás es bonita… Y como dice el dicho, ya bastante conocido, ‘el que no vive para servir no sirve para vivir’. Que esta Feria nos ayude a todos, para recordar los talentos que hemos recibido de Dios, no importa cuáles y cuántos, serán de gran provecho cuando se ponen al servicio de todos», acotó el promotor.

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