Este domingo 30 de julio, los jóvenes de la Diócesis de San Isidro vivieron con gran alegría y gozo el Día Diocesano de la Juventud, esta celebración tuvo lugar en el gimnasio del Liceo Unesco en la ciudad de San Isidro.
Más de 500 jóvenes venidos de toda la diócesis, manifestaron su fe por medio de las distintas actividades que se desarrollaron a lo largo de la jornada, la cual inició con la Eucaristía presidida por Mons. Fray Gabriel Enrique Montero y que contó con la significativa presencia de gran número de seminaristas; también, se tuvo un momento de adoración eucarística y diversos conciertos.
Para el Pbro. Gabriel Calvo Naranjo delegado episcopal para la Pastora Juvenil, este encuentro “forma parte del proceso de preparación para la JMJ Panamá que se celebrará en el 2019, durante estos tres años queremos trabajar el gran lema El Señor ha hecho grandes obras en mí”, precisó.
Recordó el sacerdote, que “este proceso inició desde la Pascua Juvenil de este 2017 y culmina en una primera etapa con este Día Diocesano de la Juventud, pues queremos que el joven se vaya preparando y entendiendo lo que es una JMJ, para que así participen más activamente y vivan este momento de gracia”.
El mismo Padre Calvo insistió en la necesidad de valorar el trabajo que realizan los jóvenes, ya que “muchas veces tachamos a los jóvenes, pero no nos fijamos en lo bueno que pueden tener y los frutos que puedan dar, cuando aprovechamos estas actividades pueden descubrir el valor que ellos mismos tienen y también los demás, la sociedad muchas veces los rechaza pensando que son inmaduros o que por su condición no serán capaces de asumir actividades, pero un ejemplo es esta actividad que ellos mismos la prepararon y desarrollaron”, indicó.
Finalmente, el delegado episcopal para la juventud quiso enviar un sentido mensaje a todos los jóvenes de nuestra diócesis: “Cristo no quita nada y lo da toda, por eso abramos nuestro corazón a Él y dejémonos seducir por su amor y fascinar por Él acercándonos a la PJ y así poder tener ese encuentro cercano con Cristo, encontrando un nuevo sentido a la vida y encontrando en los demás muchachos un deseo de crecer y ser mejores personas”.