LA MISIÓN DEL CRISTIANO Y DEL SACERDOTE ES SERVIR

Misa Vespertina de la Cena del Señor en la Catedral de San Isidro

  1. Monseñor besa los pies de los jóvenes apóstoles
  1. Monseñor besa los pies de los jóvenes apóstoles

Visite nuestra sección Albumes de Fotos para ver las fotografías de esta Eucaristía y de la escenificación del prendimiento del Señor

(San Isidro de El General, 09 de Abril, 2009) Por la tarde de este Jueves Santo dio inicio en la Catedral de San Isidro de El General, las celebraciones propias del Triduo Pascual con la Misa Vespertina de la Cena del Señor.
 
Se trató de una celebración muy íntima tal y como retratan los Evangelios y el Apóstol San Pablo aquella memorable cena en la que el Señor, con sus discípulos, instituyó el Sacramento de la Eucaristía y el Sacramento del Orden Sacerdotal con el mandamiento siempre nuevo del amor.
 
Los fieles comenzaron a llenar las bancas del templo catedralicio y la celebración dio inicio puntualmente. Monseñor Guillermo Loría Garita, obispo diocesano, se aprestó después de las lecturas bíblicas a decir la homilía, en la que comenzó expresando que “nos hemos venido preparando durante la cuaresma para celebrar la Pascua. Pascua que significa ‘paso’. Celebrar la Pascua es celebrar el paso de la muerte a la vida de Cristo y de nosotros a la vida de Dios… la iglesia nos ha orientado para que en este momento podamos actualizar esa Pascua y hacerla realidad en cada uno de nosotros”, dijo.
 
El obispo hizo también referencia a la pascua cristiana como signo que expresa el plan y proyecto de Dios para liberarnos a nosotros, su nuevo pueblo, que caminamos hacia la tierra prometida, hacia la vida eterna. “El Cordero Pascual será ahora el mismo Hijo de Dios que viene a ser la víctima que se sacrifica en el altar de la cruz para liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado”, manifestó.
 
Por tratarse de un día en que se conmemora la institución del sacerdocio ministerial, Monseñor Loría enfatizó la humanidad de los sacerdotes, y destacó el hecho de ser hombres con defectos, aunque portadores de una gran responsabilidad, “pero que podemos cometer errores”. Por ello hizo un llamado a los laicos a apoyar a los sacerdotes a través de la oración, sobre todo por vivir en un mundo en el que se pone en entredicho la fe y también se pone en duda el sentido de la vida sacerdotal. “Ustedes deben orar para que los sacerdotes no perdamos nuestra identidad sacerdotal. Al sacerdote se le debe amar, pero también respetar, expresó.
 
El obispo generaleño también expresó su pesar por las divisiones que pueden darse especialmente en la familia, en las comunidades y en los grupos apostólicos, lo que viene a contradecir el mandamiento del amor. Puso además de relieve el significado para los cristianos de hoy del lavatorio de los pies de los apóstoles, y que aquel gesto de Jesús es para recordarnos que la misión de los cristianos y del sacerdote es servir “a semejanza de aquel que ha dicho: yo no he venido a ser servido sino a servir”.
 
Al realizar el gesto del lavatorio de los pies de los apóstoles representados por doce jóvenes varones, Monseñor Loría también besó los pies de cada uno de ellos reproduciendo puntualmente el mismo gesto de Jesús en la última cena.
 
Como es tradicional el Jueves Santo, el Santísimo Sacramento del Altar fue llevado de forma solemne hacia el Santo Monumento preparado sobriamente con antelación, y su diseño estuvo basado en al Arca de la Alianza del Antiguo Testamento. Durante varias horas los fieles permanecieron orando ante Jesús Eucaristía, mientras en las calles de la ciudad de San Isidro se realizaba la dramatización del prendimiento del Señor.

Etiquetas