Llamado a la verdadera libertad en centros educativos

La visita pastoral inicia con el encuentro en la Escuela de San Antonio de Pejibaye, ahí es recibido por Guiselle Araya directora de este centro, se le da la bienvenida al obispo, a los sacerdotes y religiosas; el párroco agradeció por recibirles en la institución y recordó que es necesario vivir la unidad, respondiendo a Dios con gratitud por su llamado y elección.

Una niña de quinto grado, Alison Villalobos dio a conocer la historia del pueblo, indicó que la gente es trabajadora, los primeros pobladores forjaron el pueblo en medio de los difíciles caminos de acceso de la época, los pobladores tenían que ir hasta Pérez para adquirir sus bienes y el Río Pacuar no tenía puente sino balsa siendo otro reto de la vida, en aquella época no había energía eléctrica, no había agua potable y se trabajaba en el campo con herramientas muy rudimentarias; todo esto para señalar cómo el pueblo ha avanzado con tanta responsabilidad hasta el punto de tener los servicios comunitarios de hoy. En cuanto a la escuela, se indicó que se fundó en 1954, cuenta con 128 estudiantes y 13 funcionarios; entre los problemas que existen a nivel comunitario enfatizaron la realidad de hogares disfuncionales, droga y desempleo, así como los bajos precios del café, razón por la cual se está diversificando la producción en piña y banano orgánicos.

Mons. Montero en su mensaje que inició con la oración del Padre Nuestro y el Ave María, les dijo que este tiempo de la niñez es muy lindo y debe aprovecharse lo mejor posible, indicó que “acá no sólo vienen a estudiar español, matemáticas, estudios…, todo eso es importante, pero hay otras cosas muy importantes, se viene a la escuela para aprender a ser personas de bien, buenos ciudadanos, buenos hijos, buenos estudiantes, para aprender a usar la libertad; pero no podemos hacer todo lo que queremos porque hay cosas malas, por tanto debemos irnos educando en la libertad de lo que es bueno y no tan bueno, entre lo que debo hacer y evitar” puntualizó. Finalmente, hizo un llamado a educar “en la sinceridad y para la verdad, que nos hace realmente libres”, así también “educados para la responsabilidad y para el respeto de las normativas”.

Luego de las palabras del obispo, unos niños manifestaron con gran disponibilidad su deseo de ser sacerdotes, al tiempo que expresaron su deseo de conocer la Palabra de Dios; al respecto Mons. Montero les recordó que en la vocación, cualquiera que sea, “no todo es bonito, sino que sentimos un llamado de Dios, y con gusto aceptamos lo bonito y lo difícil”; el obispo motivó a estos niños a responderle a Dios.

Posteriormente, Mons. Montero fue recibido en el Liceo de San Antonio, ahí inició con la oración del Padre Nuestro e hizo un recuento del sentido y actividades que se realizan en la Visita Pastoral. Seguidamente, en el contexto de compartir un mensaje, recordó que estamos en el mes de la libertad y la independencia, celebramos la independencia con respecto a España “pero esa libertad no debe ser sólo lograr independencia de frente a otro país, esto no basta para ser libres, así que cien por ciento libre no es nadie”, indicó; al respecto recordó “que Dios nos hizo libres, pero hay otras personas que respetar y por encima de todos nosotros está Dios y él tiene algo que decirnos en cuanto lo que es posible hacer; nuestra libertad es tan grande que incluso a Dios podemos decirle que no, pero eso sería negar nuestra propia libertad”. Al respecto, se preguntó: “¿quién es totalmente libre y qué es ser libre? Es quien sabe escoger correctamente entre el bien y el mal, porque al escoger el mal se deja de ser libre y se convierte en esclavo, por eso es libre quien sabe escoger entre lo que debe hacer y lo que no debe hacer”, puntualizó. Al respectó, indicó que “hoy muchas veces terminamos siendo esclavos de los vicios, del sexo, de la tecnología, porque hay gente que no vive si no tiene delante de su vista los juegos en el celular”.

Recordó también “la importancia de la palabra, porque antes la palabra valía, si era si, la palabra era un compromiso; así podemos decir que la falta de responsabilidad es falta de libertad”; esto nos hace entender que hay que aprender a decir que no. “Siendo libre aquel quien ha aceptado a quien lo hizo libre, que es Dios”, puntualizó. Por eso, la verdad nos hará libres, y la verdad es Jesús.

Pidió “no alejarse de Dios, querer hacer uso de la libertad, no significa desobedecer a Dios; no se dejen engañar por personas que les digan que se alejen de Dios, no hagan caso a esas voces que dicen no se confirme, no escuche a Dios, no se dejen engañar por quienes dicen que no practiquen la religión o que Dios no existe como sucede en algunas universidades…, ustedes saben que Dios existe y practiquen lo que Dios les pide”, finalizó en su exposición a los estudiantes.

Durante el encuentro, se le indicó a Mons. Montero que hay problemas serios de drogas como el alcohol y la marihuana, siendo esta una gran preocupación del señor director de la institución; al respecto monseñor indicó que “aunque se dice que el país es libre, todo el país está lleno de droga siendo una triste realidad, porque en Costa Rica se produce, se comercializa, se consume y se exporta lo cual nos hace esclavos”. Esta realidad “nos hace preguntarnos ¿qué esperanza tendrá un país así? Será muy poca aunque nos digamos libres; muchos dicen que la marihuana es una droga ligera, pero no, esta droga está destruyendo el cerebro y el sistema nervioso de nuestros jóvenes; y es aquí donde tenemos que aprender a decir que no porque son cosas que nos harán daño”.

Una docente indicó que una parte de la población ha caído en la depresión y la pérdida de sentido a la vida; al respecto monseñor dijo “la vida es demasiado bonita, no es cierto que sea algo feo o terrible, en Costa Rica hay relativas condiciones, se tienen posibilidades para los jóvenes, los jóvenes hacen cosas muy buenas con grandes aportes en literatura, tecnología, deportes y liderazgos variados, el problema es cuando no sabemos utilizar esos dones, todos podemos estar un poquito desanimados en algún momento pero no nos dejemos llevar por la tristeza”, indicó. “Hay que estar alerta y abrir los ojos, comprendemos que hay problemas económicos, y en la casa, todos lo tenemos, pero como dice el papa no nos dejemos arrebatar la alegría que debe estar en el corazón; si en Costa Rica hay problemas también hay cosas buenas”, puntualizó.

Recordó también a los jóvenes “que con el sexo no se juega, es algo muy bello que Dios nos dio, pero la sexualidad hay que saberla usar; quien se mete en la pornografía rápidamente va a meterse en el sexo y a querer satisfacer sus deseos sexuales, terminando con juegos de casita y esos juegos traen chiquitos, que terminan dejando un montón de madres adolescentes; y a esas edades no se está preparado”. Al respectó, invitó “a formar matrimonios estables y bien hechos, porque el matrimonio no es una esclavitud; propónganse optar por un matrimonio y serán muy feliz”.

El director, pidió al señor obispo motivar sobre la excelencia que se debe buscar en el estudio, al respecto Mons. Montero indicó “que la excelencia académica debe ser una obligación, todo colegio tiene derecho a pensar que sus estudiantes dan lo mejor y son los mejores; contentarse con notas a medias y perder años o materias es hacer perder el tiempo al país, a los papás y al país si la causa es la falta de compromiso; muchas veces la distracción a causa del exceso del Facebook, internet, mensajes y celular trae nefastas consecuencias”; finalizó.

Posteriormente, se tuvo un encuentro con el personal docente de la institución; ahí monseñor manifestó su interés de conocer la realidad del liceo, un profesor indica que esta visita es muy provechosa, señaló que la cercanía del obispo y el hecho de que fuera un encuentro sin muchos formalismos logra propiciar una cercanía con la población juventud, razón por la cual pide la cercanía de las autoridades eclesiales, siendo necesario el poder ganar la confianza de los jóvenes.

Otro educador indica que en la población estudiantil se presentan cuadros que refieren a casos o situaciones emocionales, indican que hay una carga pesada para los jóvenes debido probablemente a la ruptura de expresión de sentimientos que les lleva a reprimir emociones; esto hace referir a serios problemas familiares por falta de comunicación, disfuncionalidad, agresiones y abusos, con la grave consecuencia de que los jóvenes no creen en sí mismos, otros no encuentran sentido a su vida, de ahí que gran parte de la población se estanca. Se señala como una situación que pide enfocarse en el ámbito familiar para descubrir las causas y poder empezar a trabajar esta realidad. Monseñor indica “que aunque estos temas son dolorosos, agradece el poder hablarlos porque es la realidad que debe evangelizarse, también indica que mucho del desánimo viene precisamente de la falta de Dios, porque cuando Dios falta todo se desmorona”, indicó.

Los docentes piden poder realizar el proceso Alpha en esta institución, al tiempo que manifiestan su preocupación por la falta de asistencia a los encuentros de Religión incluso en la misma población católica, es ahí donde se nota una vez más la falta de compromiso de los padres de familia en esa educación sobre los valores humanos y espirituales. Ante todo esto, monseñor recuerda la gran necesidad de poder valorar el ambiente.

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