Al ser las 09:05 de la mañana, en la comunidad de Santa Cecilia de Limoncito, junto al Pbro. Luis Alberto Mena Monge, cura párroco de San Vito, se recibió con gran alegría y júbilo al obispo diocesano Mons. Gabriel Enrique Montero; con diversos pancartas y coloridos carteles, los vecinos agradecían al obispo por su visita y por su bendición al pueblo que tanto le esperaba con ansias.
Seguidamente, según el cronograma de actividades, se procedió con la visita al Liceo de Sabanillas, donde se reunió con el personal administrativo, docentes y estudiantes. El orientador de la institución, le comentó al Obispo, la historia de la entidad, recalcando sus inicios y la realidad del colegio, que ha sido ejemplo para otras instituciones del cantón de Coto Brus. Por su parte, el obispo se acercó a los estudiantes, llevándoles el mensaje del Salmo 8, en el que expresó con gran profundidad que es “donde se canta la grandeza del Señor”. Además, les expuso una realidad que vivimos hoy, nuestra necesidad de alimentar y cuidar nuestro cuerpo físicamente, olvidando lo que es sumamente esencial, nuestro espíritu que tanto lo necesita.
A las 2:00 pm, se dio inicio a la Santa Misa en el templo de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, esta eucaristía fue concelebrada por los padres Luis Alberto Mena Monge y Francisco Mora Hernández, en ella participaron los educadores de la población de San Vito. Después de la Eucaristía, se permitió un espacio con los docentes, para que expresaran sus inquietudes y preocupaciones al obispo.
Al ser las 5:00 pm, se realizó la visita a la Comunidad Encuentro, localizada en Los Reyes de San Vito; éste es un centro que recibe a muchos adolescentes y jóvenes en situación de drogadicción y que viven con otras problemáticas sociales. Monseñor les recordó que no están solos en este proceso, que Dios les acompaña y les felicitó por haber dado el paso para su recuperación y nueva vida. Los jóvenes le relataron al obispo, sus experiencias y dieron testimonio de cómo han podido ayudar a otros que han iniciado con este proceso; todo esto gracias a la ayuda de Dios, de Stefano, Patrizia y Alberto, sus padres, como los llaman ellos mismos.
Posteriormente, se hizo un recorrido en las instalaciones, en donde se pudo observar la finca donde trabajan los jóvenes, así también como los productos que elaboran en la comunidad, a saber: quesos, panes, etc. Monseñor, finalmente les animó para que siguieran adelante y que su ejemplo sirva de ayuda a miles de jóvenes que pasan por lo mismo.
La primera jornada concluyó con el encuentro vicarial de Pastoral Familiar, en el que participaron matrimonios de diferentes comunidades, que en conjunto con el Pbro. Óscar Navarro, Vicario Episcopal para la Familia, abordaron temas fundamentales de la familia y su gran papel en la Iglesia.
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