Monseñor Trejos presidió la Eucaristía junto a Monseñor Guillermo Loría, Monseñor Hugo Barrantes, y el cariño de la que fué su grey por casi 30 años
Rodeado de su antiguo presbiterio y de una gran cantidad de feligreses, el Obispo Emérito de San Isidro de El General, Monseñor Ignacio Trejos Picado, celebró 60 años de vida sacerdotal. La Eucaristía fue copresidida por Monseñor Guillermo Loría Garita, actual Obispo de San Isidro, y por Monseñor Hugo Barrantes Ureña, Arzobispo Metropolitano de San José, quien también por varios años fungió como Vicario General de Monseñor Trejos en esta Iglesia Particular de San Isidro.
El marco de la celebración Eucarística sirvió también para que Monseñor Loría, quien tuvo a su cargo la homilía, recordara la herencia recibida del antiguo pastor de la diócesis y para reflexionar sobre el valor de la vocación sacerdotal.
No podía faltar también el canto del “cumpleaños felíz” al final de la celebración, así como la dedicatoria de la canción “Amigo” de Roberto Carlos, la cual también Monseñor Trejos entonó entusiasmado, señalando a los presentes como sus “amigos del alma”.
Visiblemente entusiasmado, Monseñor Trejos también dirigió unas palabras de agradecimiento, a las que los fieles presentes reaccionaron con aplausos cuando dijo: “esta es mi última voluntad: que mis restos descansen en esta Iglesia Catedral”. El Obispo Emérito de San Isidro de El General dijo que en un principio él quería que su última morada fuera en los jardines de la Casa Santa María (en Barrio Lourdes de Daniel Flores de Pérez Zeledón), pero que había decidido que lo mejor sería descansar en la que fue su Catedral por casi 30 años.
Posteriormente, los señores obispos, sacerdotes y religiosas presentes, se trasladaron a la Casa Sinaí para compartir el almuerzo con Monseñor Trejos.
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