Necesidad de los cinco amores

Durante la mañana de este segundo día de Visita Pastoral a San Pedro, Mons. Montero ha visitado algunos centros educativos, inició su gira en la Escuela Central de la comunidad, luego se dirigió a la Escuela de Santo Domingo y finalmente al Liceo de San Pedro. En los centros de primaria, monseñor pidió creer en Dios, en este Dios misericordioso que envió a su Hijo al mundo, pidió que sean partícipes de la fe y que se viva la experiencia del respeto y los valores en familia, donde es necesario el testimonio y el respeto de la dignidad de la persona y por tanto la erradicación del bulling.

En el liceo se vivió toda una fiesta cuando los jóvenes recibieron gustosos al pastor diocesano, cabe señalar que ésta es la primera vez que un obispo llega a dicha institución; con una acogida espléndida que él mismo agradeció, dio inicio el compartir en dicho centro educativo. En el mensaje que compartió con los estudiantes, precisó “todos necesitamos cinco amores, todos necesitamos tener amores, no en el mal sentido de amores en calle que nos llevan a malos caminos”. El primer amor es a Dios “una persona sin Dios es una persona incompleta, sólo con él encontraremos plena realización, y amar a Dios significa tenerlo presente en nuestra vida, estando dispuesto a cumplir su voluntad…, amar a la Iglesia a la que pertenecemos, estar integrados a la comunidad cristiana, aprender lo que ella enseña y participar en las celebraciones”, indicó. Al respectó, pidió optar por Dios, señalando que grandes personajes de la historia humana han creído en Dios y por ello no podemos seguir a quienes dicen que Dios no existe.

El segundo amor es la familia, “así como amamos la comunidad de los creyentes que es la Iglesia, amamos la familia en donde Dios nos hizo nacer, amamos y respetamos a nuestros padres como pide el cuarto mandamiento, nosotros que creemos en Dios honramos a nuestro padre y amamos a nuestra madre, debemos vivir agradecidos de ella; pero en Costa Rica la familia se está desmoronando… , hay una unión que Dios nos dejó muy clara, una unión en el respeto y el amor estable… no echemos a perder esta familia; amen la familia hasta tal punto que cuando llegue el momento, ustedes quieran formar una familia como Dios manda, Costa Rica necesita matrimonios bien hechos, estables y comprometidos”.

El tercer amor del cual habló a los jóvenes, es el amor a la patria, “amar a Costa Rica, conocer bien nuestro país e historia, conocer bien a nuestros grandes hombres y mujeres, conocer la geografía nacional; en cambio el tico hoy día busca lo de fuera, le encanta si es posible hablar inglés y no sabe ni siquiera español, montón de ticos que no saben escribir, redactar y tienen pésima ortografía, aprenda primero su propia lengua y hable español correctamente y luego aprenderá otras lenguas; amar a Costa Rica amando sus instituciones, su democracia y su libertad, los valores del respecto, del trabajo y del servicio; tengamos cuidado de no vender a Costa Rica”, precisó.

Mons. Montero dijo que “el cuarto amor es amor el estudio, cultivar no sólo la inteligencia sino cultivarnos en todo sentido, amar es desear ser mejores, es desarrollarnos de forma integral, crecer cada día más, no tenemos derecho a caminar para atrás y hacer cada día peores; en este país nos estamos volviendo más egoístas, tenemos derecho a superarnos pero desarrollando nuestros talentos. Amor al estudio es amor a la superación, necesitamos jóvenes que quieran superarse y que quieran superar al país”, puntualizó con vehemencia. “Estudien bien, no sólo para ganar una buena nota, sino estudien para la vida; si se estudia sólo para la nota serán un pésimo profesional en el futuro, no ha dado lo mejor de sí mismos”, precisó.

Finalmente, hizo un llamado como quinto amor a servir, “ser útiles para los demás, estudiar por propio egoísmo eso no sirve para nada eso arruina a las personas, el Señor Jesucristo dijo de qué le sirve al ser humano ganar todo el mundo si se pierde así mismo, y hay un dicho que dice si no vivimos para servir no servimos para vivir; métanse en su comunidad, traten de ayudar a todo el que pueda, si se están superando supérense no sólo para sí mismo, supérense para ayudar a otros, a otros que no saben y que necesitan, póngase al servicio de la parroquia y comunidad cristiana, desarrollen sus talentos para mejor servir a otros”, indicó.

Por la tarde, dedicó tiempo para encontrarse con los agentes de evangelización y celebrar los misterios de la fe; es así como compartió un primer momento con los agentes en Las Mercedes – Barrio México donde también celebró la Eucaristía, luego se trasladó para reunirse con agentes del Sector Carretera en la comunidad de Las Esperanzas y celebrar la misa en La Fortuna; es estos espacios invitó a llevar adelante el Plan de Evangelización, de tal manera que kerigma y la catequesis sean un proceso dirigido a los más alejados, y a quienes están comprometidos invitó a vivir la unidad, recordó el Pbro. Rafael Vega.

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