Con una tarde soleada y calurosa, típica del verano en Pejibaye, se recibió al Padre Allan Abarca como cura párroco de la zona. En el marco de la celebración de la Epifanía del Señor, Mons. Montero entregó este sábado 7 de enero la parroquia que está bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Lourdes a su nuevo párroco.
Al ser las 3:00 pm, el pueblo congregado en el templo parroquial esperaba expectante el inicio de la Eucaristía, mientras manifestaba desde ya el cariño al nuevo pastor con pancartas donde saludaban y deseaban lo mejor al padre Abarca.
El rito, como prescribe la rúbrica, inició en la puerta principal donde tuvo lugar la entrega de las llaves del templo, posteriormente el nuevo párroco manifestó su pública adhesión a la fe y su deseo de servir en comunión con el obispo, para luego dirigirse hasta el presbiterio donde se desarrollaron los demás elementos de la entrega de Pila Bautismal, Sede de Reconciliación y otros.
Durante la homilía, Mons. Montero señaló “que el párroco está llamado a ser luz que pueda atraer y llevar a la comunidad a contemplar a Dios y lleguen así al conocimiento de la verdad”; al tiempo que indicó que esta tarea no sólo será del Padre Allan sino de toda la comunidad que unida ha de caminar hacia el Señor.
Al finalizar la Eucaristía, el Padre Elí Quirós dirigió unas palabras a los presentes, y recordó “hoy como aquel último día del seminario, puedo decir me trajo la gracia de Dios, me sostuvo la gracia y me llevo su gracia”; así mismo, aprovechó para agradecer, señalando “agradezco a Mons. Loría que en septiembre del 2013 tuvo a bien confiarme esta difícil misión, a Mons. Montero que sigue confiando y creyendo al encomendarme esta nueva tarea, a todos ustedes hermanos de Pejibaye pues sin ustedes y la gracia de Dios no se habría hecho posible tantas cosas, a Alejandro Gamboa y el Padre William Rodríguez que me acompañaron en algunas etapas, y al Padre Gabriel Calvo que es para mí más que un sacerdote un hermano y con quien pudimos dar un testimonio de comunión y unidad…; con el Padre Allan Abarca quien es focolar, sigan construyendo la unidad”, precisó.
El Padre Allan Abarca también dirigió unas sentidas palabras de gratitud a Dios y a la Virgen, encomendado su servicio como párroco a la Madre del Cielo y Tierra con la oración del Ave María, luego pidió paciencia a todos para poder atender la parroquia e irla conociendo.
Cabe señalar, las palabras de gratitud que Mons. Montero dirigió a los sacerdotes Elí Quirós y Gabriel Calvo, indicando que sacrificaba a Pejibaye con la salida de ambos por requerirlos en otras misiones diocesanas; y señaló que le consta los grandes esfuerzos y testimonios de trabajo en equipo y de servicio en favor de la parroquia, la diócesis y el Plan Evangelizador.
La fiesta concluyó con el compartir de los alimentos, que los mismos fieles de la parroquia prepararon para todos los presentes y que se vio engalanado con una tarde preciosa de sol veraniego y el canto de dos hijos de esa tierra que le pusieron el tinte de alegría y gozo.