El sábado 12 de marzo, a las 8:00 am, en el centro parroquial Nuestra Señora de la Asunción de Sabalito, dio inicio el Encuentro de Liturgia correspondiente al Sector Centro N°2 (comprende las comunidades de: Santa Teresa, San Bosco, Santa Rosa, San Marcos, Brasilia, Valle Hermoso, Pueblo Nuevo, San Ramón, La Unión) y San Antonio.
Dicho encuentro estuvo a cargo de la Comisión Parroquial de Liturgia y estaba dirigido para los Ministros Extraordinarios de la Comunión, Lectores, Animadores del Canto, Monaguillos y encargados del Ornato del Templo.
Al iniciar el mismo, se dio un espacio para que los participantes en silencio reflexionaran sobre las siguientes cuestionantes: ¿Puedo dar una definición a cerca del servicio que presto ya sea como MEC, animador del canto, lector, monaguillo o como miembro del comité de ornato? ¿Cuál es mi disposición en este momento? ¿Puedo decir que este servicio que doy lo hago con amor y agrado del Señor? Pasados unos minutos, algunos agentes, externaron su opinión acerca de las interrogantes antes mencionadas.
Posteriormente el Pbro. José Israel, quien en esta ocasión dirigía la actividad, hizo énfasis en que lo que se estaba realizando no era ninguna ocurrencia pasajera, ni se trataba de multiplicar grupos, sino que todo se realiza con el objetivo de embellecer y ordenar la Liturgia, según las normas de la Iglesia y en obediencia a nuestro obispo Mons. Gabriel Enrique Montero quien desea que la Diócesis hable un mismo idioma desde el Plan de Evangelización y tomando en cuenta las directrices en cuanto a liturgia se refiere.
Los agentes evangelizadores participantes, se dividieron en subgrupos y trabajaron junto a sus encargados, de acuerdo al área en la que cada uno brinda sus servicios en la Iglesia.
Al finalizar el espacio designado para tal fin, se reunieron nuevamente en un solo grupo y se formaron los equipos de liturgia de cada una de las comunidades participantes.
De esta manera, todos los agentes de la parroquia, tienen la información básica, para realizar su servicio de una forma más adecuada, ordenada y uniforme, según las normas de la Iglesia.