Al ser las 10:00 am de este sábado 2 de abril, Mons. Juan Miguel Castro Rojas presidió la Eucaristía, en la que entregó al Pbro. Óscar Navarro Hernández, en calidad de párroco, la Parroquia San Isidro Labrador, convirtiéndose así en el sétimo cura párroco en la historia de esta ciudad, cuya jurisdicción acoge a cuatro docenas de comunidades.
Según comentó Mons. Castro a Radio Sinaí 103.9 FM, “en primer lugar le agradecí mucho al Padre Luis por la labor realizada, los dones y las cualidades que puso al servicio de la comunidad parroquial y; agradecí profundamente al mismo tiempo, al Padre Óscar, nuevo párroco de Catedral, le pedí ser un buen pastor a la imagen de Jesús Buen Pastor, pastor cercano, pastor que cuida la comunidad, un pastor que sufre con la comunidad, que esté atento a la comunidad, un pastor preocupado por la comunidad parroquial”.
Así mismo, “haciendo referencia a los signos de entrega que se dan cuando se llega por primera vez a una parroquia, hice referencia a la sede donde se van a celebrar varios sacramentos pero, entre ellos resalté el sacramento de la Eucaristía, que es fuente y vida para un cristiano católico, que amara mucho la Eucaristía, que su predicación sea una predicación llena de esperanza, presentando a un Dios amor, a un Dios misericordia, y le hice ver la necesidad de estar siempre atento a invitar a toda la comunidad parroquial, de una forma especial, así se lo dije, a la adoración eucarística, que enseñara a la comunidad parroquial a adorar a Jesús”, precisó el prelado.
Por su parte, el Padre Óscar Navarro Hernández, comentó en entrevista para Radio Sinaí 103.9 FM que, “esto significa todo un reto, siento que esto me desborda las posibilidades y capacidades, pero lo veo como un regalo de Dios, como un don de Dios y como un acto de confianza de parte de la Iglesia hacia mí […] Sumarme a esta lista de siete párrocos que ha tenido la Parroquia de San Isidro, son figuras que han dado alma, vida y corazón por la parroquia y por la Diócesis, me siento lógicamente desbordado por lo que implica asumir este compromiso, pero también estoy claro que no estoy solo, está Dios en primer lugar, la presencia de los compañeros vicarios, diáconos y laicos, desde el punto de vista de la evangelización sé que hay todo un campo disponible como lo es posterior a la pandemia, hay mucho por rescatar, por despertar, por volver a retomar; entonces, contento, son sentimientos encontrados, a veces me siento feliz, a veces me siento con susto”.
“Viví cada momento con mucha intensidad […] La presencia de los compañeros me anima mucho. Espero del ministerio en esta nueva parroquia, por un lado, la posibilidad de poder aportar lo que por la experiencia ha ido adquiriendo y sienta que pueda fortalecer; primero, Monseñor me pide fomentar la adoración eucarística, creo que también algo muy necesario será consolidar la organización óptima de la pastoral social, incentivar la pastoral juvenil y la pastoral familiar que me parece son muy importantes retomar desde la pastoral de la Iglesia y que han estado por la situación de la pandemia un poco rezagadas, pero qué es necesario calentar. Eso esperaría, que haya una correspondencia, estamos en una etapa de despertar, que podamos comprendernos, tengo que ir despacio para poder avanzar, lógicamente sin borrar el trabajo tesonero de mis antecesores”, señaló el sacerdote Navarro Hernández.
Finalmente, el Padre Luis Picado Méndez, quien sirvió por más de siete años como párroco de esta parroquia, quiso resumir en cuatro palabras su mensaje final: “gracias, gracias por la paciencia, por el cariño, por la amistad que han tenido conmigo y por sus oraciones; segundo, pedirles perdón, creo que han sido muchas las veces que me he equivocado, que he fallado, eso sí quiero aprovechar hoy, para los que están aquí y los que no están, perdón por las veces que no actué como tenía que actuar, que falté al amor y a la misericordia, perdón por las veces que no oré por ustedes, en fin, perdón por cada uno de mis errores; tercero, hay una frase en la Biblia que me encanta, hoy la voy a decir: siervo inútil soy, sólo he hecho lo que tenía que hacer y; cuarta, pedirles súplicas a todos ustedes, oren mucho por mi conversión”.