Mons. Montero muy de mañana inició su recorrido por las tierras marienses en la apertura de su Visita Pastoral; su primer reto llegar hasta la localidad de Providencia ubicado entre las densas montañas de la zona, a poco más de una hora del centro parroquial.
Ahí, en Providencia, fue recibido por los laicos quienes en medio de su humildad mostraban su sincero amor al Pastor que les visitaba, quien en un ambiente muy familiar dialogó con su ovejas sobre temas variados, que iban desde consejos sobre cómo terminar detalles de la construcción de su nuevo templo hasta sus preocupaciones pastorales por la falta de catequistas y agentes. Este encuentro tuvo por momento culmen la celebración eucarística.
Durante la mañana, también se celebró un encuentro fraterno en la comunidad de San Gerardo, recibido en dicha localidad por unos 8 agentes de evangelización, destinó el tiempo para atender e iluminar situaciones locales como la importancia de la catequesis, la perseverancia en el servicio y la llamada a continuar, sobre todo en una zona que por sus marcadas características turísticas, hacen de la población fluctuante un reto a asumir.
Por la tarde, se retomó el trabajo con una visita histórica a Coopedota RL, donde tuvo un encuentro con el gerente y los jefes de sección, quienes presentaron al señor obispo un video donde se exponía el proceso del café, desde la siembra hasta su comercialización; en este dialogo que se extendió por casi una hora, Mons. Montero aprovechó para hacer conciencia de la responsabilidad que tiene la empresa en colaborar con la sociedad en el desarrollo justo, en el trato humanitario y digno de los trabajadores, en promover el respeto y el valor de la persona humana de los recolectores, especialmente de los indígenas. Cabe señalar, según manifestaban los presentes, es la primera vez que un obispo visita dicho beneficio.
La jornada del día de hoy concluyó con una visita a la comunidad de El Cedral, pasando por la comunidad de El Jardín, quienes junto con los vecinos de San Martín, esperaron con gran júbilo al obispo para recibirle con muestras de aprecio y respeto; en esta comunidad presidió la Eucaristía, en su homilía recordó la importancia del tiempo de Pascua que vivimos, las implicaciones de la Resurrección de Jesús en nosotros y la necesidad de creer verdaderamente en Jesús como Pan de Vida. En esta comunidad y con la presencia de agentes de las tres filiales, dialogaron sobre problemas locales como el tratamiento de la basura entre otros; y se terminó con un ágape para todos los presentes en un verdadero signo de compartir.
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