Reestructuración de la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles

La reestructuración o reconfiguración de jurisdicciones parroquiales que ha venido trabajando la Diócesis de San Isidro, responde a la necesidad pastoral que tienen comunidades y regiones geográficas concretas, en miras a lograr un plan integral estratégico que responda a las necesidades propias de la evangelización en nuestros días. En lo que respecta a la reestructuración de la jurisdicción de la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles con sede, hasta ahora, en Ciudad Cortés, responde particularmente a que esta zona del país requiere una pastoral turística, con atención especial a la vida del mar y demás realidades propias de la costa y pueblos ubicados en torno a la carretera Costanera; siendo una novedad para la vida diocesana la pastoral del mar, comentó Monseñor Montero, obispo diocesano.

Es así, como desde el año 2018 inició un proceso de profunda reflexión, con el objetivo de lograr discernir las condiciones para la mejor atención de la cura pastoral de las almas, como prescribe el Código de Derecho Canónico, para la región costera de nuestra diócesis. Tras el informe de campo realizado por la Comisión de Reestructuración, y escuchando los criterios de los pastores a estas zonas confiadas, tomando en cuenta datos estadísticos del mismo estudio del Plan de Evangelización y de los Programas Parroquiales de Evangelización, la realidad social y geográfica, la historia de la zona y las condiciones actuales, se decidió en miras de la mejor atención pastoral, reestructurar la hasta ahora llamada, Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles.

Dicha reestructuración comprende el traslado del centro parroquial a la comunidad de Uvita, la integración de las comunidades de Dominical, Hatillo, San Miguel y Dos Bocas hasta ahora pertenecientes a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Platanillo, la reactivación de comunidades que no estaban siendo atendidas como el caso de Dominicalito y Ojochal, entre otras; y las hasta ahora atendidas por Ciudad Cortés; precisó el prelado.

La comunidad de Uvita pasará a ser centro parroquial por las facilidades geográficas que presenta para la atención pastoral y evangelizadora, constatando que Ciudad Cortés por su parte está ubicado al extremo sur-oeste de dicha jurisdicción; la región de Uvita está creciendo significativamente lo que demanda una particular atención pastoral, sin que esto vaya en detrimento de la atención que seguirán recibiendo, tanto Ciudad Cortés como las otras comunidades; el nuevo centro parroquial cuenta con terreno suficiente y con posibilidades para la evangelización y el desarrollo de proyectos de infraestructura que respondan con seguridad a las diversas actividades propias de la vida parroquial, entre otras.

Así, y una vez analizadas dichas razones con la sustentación oportuna, la propuesta fue presentada y consultada por el señor Obispo al Consejo Presbiteral, como órgano consultivo que señala el Código de Derecho Canónico para estos casos; tras las observaciones y aportes realizados, también se presentaron las conclusiones al Consejo Episcopal; recientemente, el obispo de la Diócesis de San Isidro, como autoridad máxima y garante de la unidad eclesial en la Iglesia Particular y Universal, se reunió con los miembros del Consejo de Evangelización y agentes de las comunidades de Uvita y Ciudad Cortés para conversar y comunicar las razones pastorales y evangelizadoras que han motivado esta decisión.

Finalmente, en los próximos días y tras reuniones con los agentes de evangelización de todas las comunidades de esta parroquia, se estará eligiendo el nombre del patrono, entre otros elementos propios de la administración y logística.

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