Este domingo 12 de diciembre, al ser las 4:00 pm, Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña, administrador apostólico de la Diócesis de San Isidro, consagró el altar y dedicó el templo parroquial de la Parroquia San Óscar Arnulfo Romero, ubicado en Uvita. Esta solemne celebración, se realizó con la presencia de un buen número de fieles laicos, agentes de evangelización de la parroquia, seminaristas y algunos clérigos.
Durante la homilía, Mons. Montero, haciendo referencia al contexto litúrgico del III Domingo de Adviento, precisó que “es un domingo para estar alegres; y particularmente, en este contexto, pues la consagración del altar y de este templo, nos debe hacer pensar que es un lugar para que experimentemos la alegría, es para que nos alegremos en el Señor”.
Alegría como la ofrece el Señor, y no como aquella pregonada por el mundo. “No es una alegría superficial, no es una alegría fácil como quiere el mundo, la sociedad entiende otra cosa por alegría; por eso San Pablo nos dice, alégrense en el Señor, no es una alegría cualquiera. El mundo entiende por alegría hacer fiesta, bulla, pachanga, celebraciones de todo tipo, luz, danza y espectáculo; pero ustedes y yo sabemos, que eso son cosas bonitas pero pasajeras, en eso no consiste la verdadera alegría”, indicó el prelado.
Y prosiguió: “el Señor en cambio, a su pueblo, le dice en la primera lectura: ha terminado tu castigo, vas a salir del cautiverio, vas a volver a tu tierra, vas a experimentar el amor que Dios te tiene, y vas a sentir su compañía en todo momento porque Él está contigo; eso sí es motivo de alegría para un cristiano, el Señor está siempre con nosotros”.
Esta alegría de saber que el Señor está con nosotros, siguiendo las enseñanzas de San Pablo, manifestó Mons. Montero, tienen una consecuencia, y es que “no tenemos nada que temer, porque cómo no nos vamos a alegrar de saber que Él, es el pastor que conduce a su pueblo”; razón por la cual, hizo un llamado y reto: “no podemos seguir las voces del mal que tratan de desanimarnos, no podemos seguir creyendo más a las voces del mal que a la voz que nos dice no temas, yo estoy contigo. No se dejen llevar por el desánimo, no entren en el pánico, sino manténganse en la alegría y la esperanza”, finalizó el fraile y pastor diocesano.
Con motivo de la dedicación del templo y consagración del altar, durante el solemne rito litúrgico, se colocó una reliquia de primer grado del obispo mártir Romero; por eso, en exclusiva a Radio Sinaí 103.9 FM, el Pbro. Greivin González Méndez, párroco de la localidad, catalogó este día, “de muchísima alegría y gozo, el poder llevar adelante está celebración de la Dedicación del templo y Consagración del altar; lo veo como un don, un regalo de Dios hacia esta comunidad parroquial, el poder también contar con la reliquia de Monseñor Romero, sangre tomada del día de su martirio que se nos ha facilitado por parte de las religiosas que estuvieron presentes el día de su martirio”.
“Es un don, un regalo de Dios para esta comunidad parroquial, es una experiencia de fe cristiana la que llevamos adelante en comunidad, en fraternidad; y también hoy, que celebramos la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, creo que la Virgen María sigue intercediendo por esta parroquia, por todos los fieles y todos los agentes de evangelización. Es un día lleno de júbilo, alegría y gozo, porque el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”, agregó el sacerdote González Méndez.
Así, con el rito sagrado de la dedicación, la unción de las cruces colocadas en las paredes de este templo, la unción con Santo Crisma del altar principal, y la plegaria de una comunidad que invocó el auxilio divino junto a su pastor, se convierte el templo parroquial de Uvita en uno de los pocos que cuentan con esta especial designación en nuestra diócesis, la cual ha de ser celebrada litúrgicamente en su aniversario, con especial solemnidad por esta comunidad cristiana que peregrina en la costa.