Una delegación de organizaciones negras se hicieron presente en el campamento ubicado en la frontera costarricense, para hacer entrega de donaciones y poder constatar la situación en que se encuentran los migrantes africanos, que según datos suministrados están entre los 550, suma que es fluctuante por la salida y entrada permanente de los mismos.
La delegación estuvo integrada por Eunice Meneses Araúz, de la Pastoral Afropanameña de la Iglesia Católica; de Ellen Graves y Diana Molo, todas miembros de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Negras Panameñas (CONEGPA), de Abdulkhabeer Muhammad de la Asociación Musulmana de Panamá y David De León de la Pastoral de Medios En la Roca de la Iglesia Católica.
El Padre Alberto Barrios, Vicario de la Parroquia Santa Marta (Ciudad Neily) que ha sido designado por monseñor Gabriel Enrique Montero, Obispo Diocesano de San Isidro para atender a los migrantes africanos, informó que existe el centro ferial en Paso Canoas, otro centro en la comunidad de Buenos Aires, provincia de Puntarenas, donde están las mujeres y otro en kilometro 20 (Golfito), los dos últimos son atendidos por la Comisión Nacional de Emergencias.
La Iglesia procura darle la comida, dependiendo de las donaciones que tienen, el desayuno, el almuerzo y la cena, explicó el Padre Barrios. Sostiene que el centro en Paso Canoas es donde más urge ayuda porque es aquí donde llegan los migrantes algunos enfermos, cansados de la travesía y mujeres embarazadas o con niños pequeños.
Esta delegación pudo escuchar los desgarradores testimonios de la larga travesía que padecen los migrantes africanos que salen de sus países huyendo del hambre y la violencia, para buscar alternativas de una vida digna, pero que se han vistos sometidos al robo, a la muerte y a la explotación y a un trato discriminatorio, en su camino desde Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica, donde han quedado varados por el cierre de la frontera de Nicaragua. Han insistido que desean “solo pasar” para llegar a Estados Unidos.
Lo preocupante de esta situación es que de no darse una pronta respuesta se está expuesto a “una bomba de tiempo”, que hará explosión ante esta crisis humanitaria, señaló Eunice Meneses, secretaria ejecutiva de CONEGPA.
Entre las gestiones que se comprometió CONEGPA está hacer un llamado al movimiento social afrodescendiente del continente para que alcen su voz para presionar a los gobiernos involucrados a atender esta crisis migratoria, así como instar a los organismos internacionales de derechos humanos con sede en Panamá para que también se pronuncien e intervengan.
Las donaciones entregadas consistieron agua, leche, kit de aseo personal, ropa, medicamentos, chancletas para adultos y niños, entre otros. Les informaron que les urge tener para los migrantes repelentes y agua.