Seminaristas celebran a San Isidro

Los seminaristas de la diócesis de San Isidro, este 15 de mayo, han celebrado el día de nuestro santo patrono, San Isidro Labrador, en torno a su figura de sencillez y humildad, la comunidad de seminaristas de las diferentes diócesis de todo Costa Rica se han unido a celebrar, su vida y su ejemplo.

Desde muy temprano, los seminaristas de la diócesis de San Isidro, se reunieron en su lugar celebrativo, salón San Juan Pablo II, para encontrarse con Jesús Sacramentado, en la hora Santa, donde a los pies de Cristo meditaron la vida de San Isidro, rescatando los tres aspectos que durante el triduo preparatorio, habían contemplado con los seminaristas, pero esta vez lo hicieron en el recogimiento y familiaridad de la diócesis, meditando la vida de San Isidro en torno a la oración, el trabajo y la familia.

Durante este espacio de oración la meditación acompañada del silencio, se convirtieron en el momento justo, para comprender que no todo en la vida es trabajo y que las prisas del día a día, no nos deben de apartar de la fuente del amor. Este espacio fue dirigido por Andrés Monge, acolito de nuestra Diócesis, en ausencia del Pbro. Gustavo Rojas, formador, por quien elevaron nuestra oración por su pronta recuperación y así tenerlo pronto de regreso en la casa formativa.

Concluida la hora Santa, volvieron a las actividades propias de la casa, estudio, aseo y deporte, al terminar el espacio de estudio de la tarde se celebró la Santa Misa, que fue presidida por Mons. Guillermo Loria Garita, obispo emérito de la diócesis de San Isidro; al ser las 6:00 pm,  la procesión de entrada, acompañada por los cantos de la Schola Cantorum, marcaba el inicio de esta celebración, que para san Isidro era lo más preciado al comenzar el día.

Durante la celebración Mons. Guillermo Loría, se dirigió a los seminaristas, rescatando del magisterio de la Iglesia, el valor de la santidad en la cotidianeidad del día a día en medio de la realidad en la que vivimos, un llamado al que estamos todos invitados, no solo a vivir sino también a comunicar. Mons. Loria, destacaba una frase del evangelio del día de hoy, “no todo el que me diga Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi padre”, para indicar la clase de cristiano que debemos ser. Al concluir la homilía refiriéndose a la figura de san Isidro, nos exponía como éste, había podido encarnar en la cotidianeidad las palabras del evangelio. Además, se refirió a los problemas, que se viven en muchas partes del mundo y del cual Costa Rica no está exento, y es la problemática de la pobreza a causa de la falta de trabajo, y la generación de nuevas fuentes de empleo, invitándonos a orar por esta intención.

Una vez terminada la Santa Misa, los seminaristas de la diócesis de San Isidro, junto al Pbro. Ricardo Segura Godoy, compartieron con Mons. Guillermo la cena de forma privada; así, «aunque lejos físicamente de nuestra diócesis (nuestra casa) nos unimos en oración, con la esperanza de un día poder volver a ella y servirle con la alegría de habernos encontrado con la persona de Cristo», indicó el seminarista Jorge Sancho.

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