La Visita Pastoral que Mons. Montero está realizando a la Parroquia de San José de Golfito, inició el domingo pasado con la celebración de la Eucaristía a las 6:00 pm en el centro parroquial; el día lunes dedicó la mañana para la atención de fieles en dirección espiritual y por la tarde visitó la comunidades de La Esperanza, Cocal Amarillo y La Virgen, en todas las localidades hubo júbilo por ser la primera vez que un obispo les visitaba; destacó el Pbro. Eladio Cubero, párroco de Golfito, el marcado espíritu de ir al encuentro con que monseñor se acercó a los habitantes de aquel sector.
En la mañana de este martes 14 de junio, Mons. Montero sostuvo una reunión con los sacerdotes de la Vicaría San Francisco de Asís, durante este encuentro comentaron los preparativos de la próxima Caminata por la Vida y la Familia, así mismo, analizaron la realidad pastoral de la zona, haciendo énfasis en algunos puntos como lo son: el carácter misionero que requieren las parroquias, el exceso de trabajo pastoral que demandan las comunidades por sus necesidades, el número limitado de agentes de evangelización los cuales se encuentran sobrecargados debido a su alto compromiso y las limitaciones de tiempo y economía para asumir todo el ámbito de requerimientos diocesanos.
Por la tarde visitó las comunidades de Las Trenzas y La Mona, durante la homilía señaló que “teme el que muchas veces venimos a la Eucaristía y nada de nada, no escucho nada, no oigo nada, no aprendí nada, mi vida no cambia… eso no puede ser; cada Eucaristía tiene que ser un paso adelante”. Ante esta situación, pidió que cada uno sea capaz de sacar una enseñanza a la luz de la Palabra que el Señor nos regala en cada encuentro eucarístico.
Recordando el texto del domingo y el pecado de David, “señala que el profeta Natán le hace ver su pecado y esto nos hace reflexionar en que nuestro Dios es justo, conoce nuestra realidad y sabe lo que hacemos; el texto de hoy nos vuelve a recordar hasta donde llega la ambición humana y nuevamente un profeta habla en nombre de Dios, en este caso Elías”. Terminó señalando el gran reto del Evangelio cuando nos invita a amar al enemigo, esta exigencia se da “porque Dios nos ama así, el Señor no hace distinción de personas y porque no hay mérito en amar sólo a los amigos”. Así pues, “solo con el bien se puede vencer el mal”, puntualizó.