Testimonio de una madre en romería

El pasado martes 24 de julio, más de 250 romeros, iniciaron su larga travesía de 9 días desde la localidad de San Vito hasta Cartago. En aquella tarde lluviosa, un equipo de Radio Sinaí 103.9 FM, compartió con estos valientes y fervorosos caminantes la Eucaristía que daba el punto de salida.

Durante la homilía, el sacerdote Enrique Ureña Mora párroco de Río Claro y quien por ya una década camina con los romeros de Coto Brus, decía que la romería «es un momento para probar la fe, porque si tenemos fe sabemos que Dios actúa…, por eso pidamos a mamá María que nos acompañe en el camino para que podamos llegar descansados espiritualmente; recordemos que vamos a dar gracias por su intercesión, o a pedir un favor de Dios por medio de su madre».

Estas sabias palabras, describían perfectamente la vida y el testimonio de Johana María Cambronero Guido, una romera de Agua Buena y quien por 5 años ha dirigido sus pasos hasta la casa de la Negrita en Cartago.

Su deseo de ser madre, la llevó a elevar la plegaria fervorosa en tantas ocasiones, emprendiendo el camino primero sola y luego en compañía de su esposo; al tiempo que agotaba todas las posibilidades médicas con tratamientos recibidos en el país o incluso fuera de nuestras tierras.

«El deseo de tener niños, me llevó, con ayuda del párroco de mi comunidad, a realizar el proceso de adopción de dos menores del Hogar AMA…; y ahora, Dios me ha dado también el milagro de ser madre, ya tengo siete meses y nos sentimos super felices», expuso alegre y agradecida Johana en el templo de San Vito, poco antes de ver partir al grupo de romeros, en donde camina su esposo.

«Nuestro mayor anhelo era tener una hija, y aunque aceptábamos lo que Dios nos quisiera regalar, porque es una bendición, el día de ayer  nos dimos cuenta que es una niña y no hemos hecho otra cosa que llorar y llorar de tanta emoción», expresó visiblemente conmovida la romero de apellido Cambrobero.

Johana, desde su historia, nos comentó que la clave es creerle a Dios, por eso nos decía que  este camino de la vida es de «mucha fe, de mucha confianza en Dios, yo creo en las promesas del Señor, yo tuve que esperar cinco años para tener el milagro en mi vientre y sentir sus patataditas, y sentir así el gozo que sólo una mamá de sangre puede sentir».

Finalmente, a los romeros y a todos los que por medio de las redes sociales y de Radio Sinaí 103.9 FM conocerán este testimonio, nos dijo: «siempre confíen en Dios, que nunca pierdan la fe y la confianza, Dios siempre cumple y cuida; todo será en el tiempo de Dios y no en el tiempo nuestro, yo lo deseaba hace más de 10 años, y cuando Dios quiso lo hizo, hay que comprender eso, hay que respetar, lo que sí es cierto es que que Dios cumple; no se cansen de perseverar, Dios siempre estará dispuesto y presente dándole la fe y la confianza para seguir adelante», acotó.

Así, entre dos meses tendremos un nuevo milagro, un milagro que la fe de sus padres señalan fue alcanzado por la intercesión de la Madre del Cielo y  Negrita de los Ángeles, un milagro que se llamará María José por promesa de su padre, quien pensó en los nombres de María y José en honor a los padres de Jesús.

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