En el contexto de la reunión ordinaria de la Comisión Diocesana de Pastoral Juvenil de la Diócesis de San Isidro, que se celebró el pasado 15 de junio en el Centro Don Bosco – Misión Joven, 19 jóvenes coordinadores y delegados de experiencias juveniles parroquiales, provenientes de 12 parroquias, participaron de una experiencia fuerte de fe y humanidad. Este encuentro juvenil, contó con la celebración eucarística y el desarrollo de temas relacionados con la animación y la organización de la Pastoral Juvenil Diocesana, particularmente desarrollando el tema de “cómo proponer la fe a los jóvenes”.
No obstante, la gran experiencia de vida fue desarrollada en la tarde del día sábado, cuando, con el objetivo de motivar la actitud de salida en busca de los más necesitados, que el Papa Francisco ha promovido en la Iglesia, se les propuso a los jóvenes visitar el Hogar Betania (lugar que alberga a más de 25 adultos mayor, con enfermedades terminales y abandonados por la sociedad). De esta manera, se propició compartir con estos adultos mayores que necesitan tantas atenciones y cuidados, pero sobre todo de mucho cariño y vivencia cristiana. Esta actividad, responde a la necesidad que tiene la Pastoral Juvenil de fortalecer su dimensión de servicio y ayuda a los más necesitados, como un elemento de su identidad como miembros de la Iglesia, comprometidos por la construcción del Reino de Dios.
Para el Pbro. Marcelo Navarrete, sacerdote salesiano y corresponsable del proceso juvenil para la diócesis, señaló que “visitar el Hogar Betania significó, recordar mi experiencia apostólica de mi época en los grupos juveniles, ya que fue con los ancianitos que encontré una fuerte motivación para la música, pues era necesario cantarles y animarlos. Me hizo recordar muchos momentos vividos”.
“Significa también hacer vida lo que predico en las Eucaristías, específicamente cuando hablo de los pobres y necesitados como los preferidos por Jesús. Descubrir el rostro de Dios, en las personas del Hogar Betania, me recuerda que mi llamado al servicio del Reino de Dios nunca debe alejarse de las fuentes que lo motivaron”, precisó el Padre Navarrete.
Por su parte, la joven Fabiola Duarte Picado, vecina de Ciudad Cortés y coordinadora de la PJ, indicó que «visitar el Hogar Betania es una experiencia que marca la vida. Al entrar, lo primero que se percibe es el amor con el que se vive y la mejor bienvenida es la sonrisa de nuestros adultos mayores que son un rayito de alegría que penetra el corazón. Es hermoso ver cómo en el rostro de esos abuelitos y en el de quienes los atienden se ve reflejado el amor de Cristo. Les invito a que se den la oportunidad de ir a compartir un ratito de su tiempo con estas maravillosas personas, pues no se van a arrepentir de ello».
Para Xinia Cortés, miembro de la Junta Directiva del Hogar Betania, y quien compartió este encuentro juvenil, recordó que este momento fue “de mucha alegría, pues tanto el personal de apoyo como lo colaboradores y los mismos ‘viejitos’, se alegraron de ver tantos jóvenes ahí reunidos, de verdad que la esperanza está en ellos, y nosotros les abrimos las puertas a todo lo que puedan colaborar… Esas palabras de Eliecer (uno de los que viven en el Hogar Betania), ‘todavía hay esperanza’, dice de lo importante que fue también para ellos”.
“Estamos felices de saber que esa parte de la sociedad, que son los jóvenes, no se han olvidado de los adultos mayores, ellos son nuestro mayor tesoro, lo qué más tenemos que cuidar; así que de corazón y de parte del Hogar Betania, damos las gracias y les esperamos con las puertas abiertas al ‘lugar de la caricia de Dios’ que es nuestra casa Betania”, finalizó Cortés en entrevista a Radio Sinaí.