En el contexto de la Visita Pastoral a la Parroquia de Boruca, Mons. Montero visitó Radio Cultural Boruca a quienes dijo: “yo muy contento de estar en una radio cultural y muy contento de que exista, ya que promueven la cultura, las culturas, los verdaderos valores humanos y cristianos”. Felicitó por los esfuerzos que se hacen a pesar de las limitaciones existentes, reconociendo el proyecto de promoción de los valores, que “si son verdaderamente humanos, serán también cristianos”, precisó. Indicó que “todos debemos comprometernos a dialogar y buscar juntos caminos de solución, puesto que en este mundo todo tiene solución, no nos dejemos desanimar, búsquennos en Dios y en la Palabra de Nuestro Señor Jesucristo y en nuestra Iglesia esa luz necesaria para comprometernos por un mundo mejor”, fueron sus palabras de saludo.
Al abordar el tema de la drogadicción, recordó que la población más afectada es la juventud, e indicó que “con estudios científicos se ha demostrado que la marihuana está produciendo graves daños irreparables, sobre todo en nuestros adolescentes; ese problemas está ligado a otros obviamente, como la pobreza, donde muchos hacen recurso a la droga para aliviar las penalidades de la difícil situación económica, está ligado también a una pérdida de sentido de la vida porque el joven a veces no tiene ni cómo estudiar ni oportunidad de trabajo, entre otros. La droga bloquea cualquier proyecto humano, la droga aletarga el espíritu y la mente. Ante todo ello, se debe abrir el corazón a Dios, a una realidad trascendente, para que Él nos ayude a superar esos apegos que muchas veces van más allá de nuestras fuerzas humanas.”
Luego, envió un mensaje a los jóvenes: “busquen caminos seguros, busquen meterse en lugares, instituciones y actividades que ayuden a desarrollar sus capacidades y por tanto les ayude a triunfar como personas y triunfar en la vida; la droga es un camino sin salida, es un camino que lleva a la destrucción y autodestrucción, porque si hay algo triste y doloroso es saber que Dios nos creó con tan alta dignidad y grandes capacidades, y que nosotros los humanos por algo que no está en nuestra naturaleza, que no viene con nuestro nacimiento, sino agentes externos que se nos imponen, terminemos destruyendo nuestra propia personalidad, bloqueando las posibilidades de desarrollo y éxito en la vida. Vuelvan su mirada hacia Dios, recurran a Él que es el sentido en la vida y fuerza para superar cualquiera de esas esclavitudes. Dios quiera que no estén metidos en la producción y venta de la droga, y si fuera así, sepan que se están haciendo ricos con la sangre de sus hermanos, están haciéndose millonarios con el dolor y el sufrimiento de sus propios hermanos costarricenses, es decir están haciendo un daño terrible a muchos a costa de ganar unos dólares más; les exhorto a buscar ayuda en Dios y en una institución que pueda ayudarles a salir de este problemas. Les deseo, desde luego, lo mejor”, finalizó.
De frente al tema de la naturaleza, recordando la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco, dijo que “es necesario tomar conciencia, el problema principal de la destrucción de la naturaleza es el ser humano que busca utilizar los recursos naturales de una manera más bien violenta, muy desorganizada, poco inteligente, donde prevalece el interés del dinero y lógicamente así se ha ido causando gran daño a esta madre que nos sustenta, a la naturaleza que nos da la vida; queriéndolo o no, con nuestra agresividad y actitud irresponsable estamos causando gran daño. Tienen mucho que enseñarnos sobre el respeto a la naturaleza las culturas indígenas, las culturas originales; ellos tienen un enorme respeto hacia la naturaleza, cosa que la cultura occidental ha descuidado muchísimo, volviéndose profundamente agresivos. Mi responsabilidad como obispo, es recordarme a mí mismo y a los oyentes, cuidar y respetar de la mejor manera la naturaleza que Dios nos dio, si queremos que ella nos respete y funcione para lo que Dios la creó; si queremos que nos de vida y no muerte, porque si nosotros matamos la naturaleza morimos con ella, y éste no es el camino que queremos. Tenemos muchas posibilidades pequeñas en nuestras manos de contribuir a la ecología, al respeto y cuidado de la naturaleza: selección de los desechos, cuidar el uso de la energía, manera de usar la tierra para sembrar (quemar o no quemar), no deforestar sino favorecer la reforestación de áreas enteras desprotegidas, cuidar el uso del agua y por ende no malgastarla, no desechar comida, no botar desechos en los ríos, en fin hay tantas maneras…, en la medida que mostremos ese respeto estaremos mostrando respeto por nuestro prójimo, que en buena parte termina siendo contaminado por cosas como el licor, el cigarro, las drogas, que son nuevas formas de contaminar el ambiente y de contaminar el cuerpo humano. Mi palabra es, utilicemos todos los medios que están a nuestra mano, para usar responsablemente lo que Dios nos dio, para distribuirlos de la manera más justa posible, para ayudarlos a cumplir su función al servicio de hombre y no en contra nuestra.”